El principio ultraligero
El ultraligero es un acechador de arroyos para truchas fario. La mayor parte de este tipo de pesca tiene lugar en las montañas, aunque también puede utilizarse en arroyos de tierras bajas. Esa es una de las razones por las que se pesca principalmente en las montañas en verano, después de que la nieve se haya derretido y cuando el caudal es reducido. Además, la temperatura del agua permite pescar con los pies en el agua, sin que resulte demasiado incómodo.
Consiste en lanzar un señuelo ultraligero (menos de 5 gramos), a menudo una cucharilla de spinning o un pequeño pez nadador, y prospectar el río. El objetivo es batir el terreno moviéndose río arriba en busca de peces activos. La mayoría de los pescadores pescan río arriba, es decir, lanzando río arriba y desplazándose río arriba. Esto se debe a varias razones: los peces, con la nariz en la corriente, tienen menos probabilidades de localizarnos y la topografía de los arroyos de montaña impide a menudo la pesca "limpia" río abajo (los puntos bajo las cascadas o ciertas rocas permanecen inaccesibles).
Es una práctica que combina precisión y esfuerzo físico, pero que sigue siendo técnicamente accesible.
Equipos adaptados
Para pescar eficazmente estos ríos y las truchas que viven en ellos, necesita el equipo adecuado.
En primer lugar, la caña debe ser corta y ligera. Debe medir entre 1 m20 y 1 m80, en función de la anchura del curso de agua. El uso de una caña corta es esencial, ya que su reducido volumen permite lanzar correctamente incluso en espacios reducidos por la vegetación o la estrechez de un cañón. Los lanzamientos son siempre cortos y precisos. Puedes utilizar ballesta, equilibrio, derecha o revés en función de la configuración del objetivo.

La potencia de la caña debe ser L o UL (Light o Ultra Light) para poder lanzar señuelos de entre 1 y 5 gramos.
Para equipar esta caña, necesitas un carrete de spinning (bobina fija) de tamaño 1000 o 2000, que combine ligereza y poco sedal. No necesitas cien metros de sedal, 75 m de nailon son más que suficientes. La mayoría de las veces, cuando pesques con un ultraligero, lanzarás río arriba. Para mantener el contacto con el señuelo y recuperarlo correctamente, será esencial utilizar un carrete con una elevada relación de recuperación.
El nailon presenta varias ventajas. Su elasticidad evita desenganches involuntarios, ya que soporta mejor los saltos y movimientos rápidos de nuestras truchas. Resiste mejor a la abrasión que el trenzado en los torrentes donde la línea está sometida a mucha fricción. Ofrece discreción y suavidad en lances cortos. El nylon de colores es muy común. Permite seguir la línea con la vista y ver por dónde se mueve el señuelo, lo que no es fácil con un nailon translúcido con aguas bravas de fondo.
Además de tu combo ultraligero, necesitarás equiparte para el río. Un buen par de zapatos de senderismo resistentes al agua es un plus definitivo. En lugar de una bandolera, opta por una pechera, que es más ligera y te da más libertad de movimientos. Unas gafas polarizadas le ayudarán a detectar las truchas apostadas al atenuar los reflejos en el agua. Por último, una pequeña red de desembarque puede servir para asegurar las capturas, que no son infrecuentes...
Señuelos para pesca ultraligera
Deliberadamente no vamos a mencionar los señuelos blandos, que son un deporte ultraligero por derecho propio.
La base de este señuelo ultraligero es el uso de una cucharilla giratoria. Este señuelo metálico fácil de usar es muy atractivo, fácil de lanzar y funciona a diferentes profundidades y velocidades de recuperación. Los colores plata y negro son los básicos. Los dorados y cobrizos suelen dar buenos resultados, sobre todo en condiciones soleadas. Los colores llamativos y fluorescentes es mejor reservarlos para las aguas que han sido picadas y perturbadas por una tormenta o las lluvias de verano.
Sin embargo, no hay que pasar por alto a los peces nadadores. Hay días en que las truchas responden mejor a la silueta realista de un pez nadador y a las animaciones de sacudidas y tirones. Los peces nadadores pequeños que se hunden son ideales para pescar río arriba, ya que su inercia hace que no sean arrastrados por aguas rápidas y son fáciles de animar. Para pescar río abajo, los señuelos suspendidos o flotantes pueden ser un truco útil para pescar bajo el follaje o las raíces, simplemente dejando que el señuelo derive por debajo de los obstáculos.

Los cebos Microspinner, más modernos y menos populares, también son formidables. Combinan las potentes vibraciones de una cucharilla giratoria sin sus inconvenientes (torsión del sedal, entre otros). Equipados con un solo anzuelo, también permiten pescar muy cerca del fondo limitando los enganches. Esto es especialmente cierto en verano, cuando en el lecho del río pueden crecer algas finas y fibrosas que se enganchan en las cañas de los anzuelos triples...
Por último, he adquirido el hábito de llevar siempre conmigo cucharillas bamboleantes. En muchas ocasiones me han permitido pescar decentemente cuando las truchas están enfurruñadas y concentradas en la eclosión. Son formidables en lentas carreras intercaladas con algunas sacudidas.
El montaje de los señuelos es objeto de numerosos debates. Aunque el uso de un anzuelo simple sin púas sigue siendo la forma más deportiva de pescar una trucha, hay que decir que el número de desenganches es enorme. Personalmente, utilizo anzuelos simples o anzuelos assit (anzuelos atados por la caña a un lazo de trenza gruesa) con púas o triples sin púas. Los japoneses, maestros en este campo, también utilizan anzuelos triples con púas para acechar a los nativos.
Conocer la trucha de arroyo
Los ríos que se pescan suelen ser pequeños, rara vez superan los 10 metros de ancho. El agua es fresca y rápida, y el cauce presenta relieves. Las truchas marrones suelen ser pequeñas pero combativas, numerosas y a menudo lucen magníficas libreas autóctonas. Son peces adaptados a su entorno, que ha evolucionado de forma diferente de un río a otro desde la última glaciación. Cualquier recoveco del arroyo puede albergar un pez, incluso en apenas unos centímetros de agua.
Sin embargo, hay una serie de puntos que conviene explorar prioritariamente: el extremo aguas abajo de las cascadas y el comienzo de los remansos (pozas más profundas) son muy productivos, ya que los peces encuentran fácilmente alimento transportado por la corriente y oxígeno, mientras que las corrientes aceleradas del final de los remansos suelen albergar un gran número de peces, aunque más pequeños que en el punto anterior. En los rápidos, enfoque el señuelo cerca de rocas y peñascos que bloqueen la corriente y parezcan huecos río abajo.

Los bancos huecos suelen albergar peces listos para abalanzarse sobre su señuelo.
De forma más general, cuando busques y llegues a un nuevo lugar, tómate siempre un minuto para observar y, posiblemente, detectar un pez, un gobio o un punto interesante y la forma en que vas a mover el señuelo sobre el lugar. Esto influirá en la forma de lanzar y sujetar la caña para que el señuelo se mueva correctamente en el lugar y provoque la picada.
Las picadas suelen ser duras y brutales. El señuelo, que se mueve rápidamente río abajo, es interceptado por los peces, que lo atacan violentamente. Lo ideal es golpear con la caña baja para evitar que el pez salte en cuanto golpees, y luego enrollar muy deprisa. Los peces tienen tendencia a nadar río abajo, lo que provoca una pérdida de tensión en el sedal que favorece la salida del anzuelo y el estancamiento del pez. En el caso de los peces más decentes, se puede utilizar una práctica red de desembarque con raquetas de nieve para sujetar al pez y tomar unas cuantas fotos sin que el pez entre en contacto directo con el suelo seco o las hojas muertas.
Por último, en cuanto a la seguridad, dado que algunos torrents pueden ser relativamente difíciles de acceder, recuerda alertar al menos a una persona de la ubicación de tu sesión.