La alternativa de los lagos
En Francia hay un número relativamente elevado de lagos de primera categoría, tanto naturales como embalsados. Ofrecen paisajes salvajes, pero son menos poéticos y bucólicos que los ríos. Lo que tienen en común es que están alimentados por ríos de primera categoría. Para reproducirse, las truchas necesitan el sustrato de grava y el agua fresca y oxigenada de los ríos. Una población lacustre viable no puede sobrevivir sin la llegada de un río.
La pesca en estos tramos de agua estancada es también quizá menos divertida: nada de lances precisos ni de dejarse llevar con cuidado por las corrientes. Aquí hay que prospectar y batir el terreno. Pero la pesca no es menos técnica, ya que hay que comprender el posicionamiento de los peces, determinar los lugares adecuados y los señuelos del día...

La mayoría de los lagos naturales de montaña datan de la Edad de Hielo. Son cuencas en la ladera de la montaña llenas de agua pura y fresca, muy fresca, incluso demasiado. En altitud, no es raro que los lagos estén completamente cubiertos por una gruesa capa de hielo, que se forma durante todo el invierno. Esto hace imposible la pesca durante la temporada de apertura. También hay que tener en cuenta que, en algunas regiones, estos lagos están sujetos a fechas específicas de apertura y cierre que difieren de las de la primera categoría y de las fechas nacionales.

Los lagos de llanura y de embalse son la mejor alternativa a las caprichosas condiciones meteorológicas. Sólo el viento puede frustrar sus ganas de surcar el lago. El nivel del agua se mantiene relativamente constante, al igual que su turbidez. En cuanto a la temperatura, tendrás que encontrar la profundidad a la que las truchas pueden aguantar. La columna de agua de los lagos ofrece una temperatura que permite a las truchas estar activas casi todo el tiempo. Extrapolando un poco, una vez que hayas encontrado la profundidad en la que los salmónidos estarán activos, encontrarás la capa de agua en la que la temperatura sea más agradable para las truchas.
Pesca en el lago
La pesca lacustre en busca de truchas está llena de sorpresas. Puede ser una actividad tediosa, con picadas a menudo más escasas que en los ríos. Pero el tamaño de los peces bien merece el esfuerzo. La trucha de lago es un depredador que caza presas ricas y abundantes. Pececillos, gobios e incluso truchas son las principales víctimas de estos depredadores.
Para la prospección, opte por señuelos pisciformes. Los señuelos densos y de fuerte presencia son ideales para pescar en hondonadas y localizar salmónidos activos. Prefiero los swimbaits que se hunden, las cucharillas bamboleantes y los señuelos blandos como los finesse o los shad. Prefiero los colores naturales en lagos y ríos, alternando entre llamativos, naturales y negros.
Al tocar fondo, hay que mantener las riendas firmes y contrarrestar las acometidas. Los peces no se ayudan de la corriente, pero tienen una desafortunada tendencia a querer alcanzar las rocas que son abrasivas para nuestras líneas...

Equipo para la pesca en lagos de apertura
Desde el punto de vista del equipo, utilizo un conjunto bastante similar a un combo para grandes ríos: caña de potencia ML o M (Medium Light o Medium) de 2,10 m de largo o incluso más larga (2,50 m) para disparar lejos. Un carrete de tamaño 2500 es ideal. Utiliza trenza fina PE 0,6 o PE 0,8 (14 a 18 lb) o nylon 18 a 22/100. La finura y la poca elasticidad del trenzado permiten lanzar lejos y trabajar el señuelo con precisión a distancia y en profundidad. Una red con un mango largo facilitará la captura de la trucha. No descuide el calzado, las alforjas y otras chaquetas, que deben ser aptas para su uso en rocas.
Para esta apertura, vigile atentamente el tiempo y visite las orillas de algunos ríos o Vigicrue para informarse sobre los caudales y las tendencias fluviales. Estos parámetros te ayudarán a elegir la estrategia a seguir y las aguas a pescar.
¡Feliz inauguración!