Una amplia gama de cabezales de sellado
Hasta ahora, la Crazy Eel y la Crazy Paddletail estaban disponibles con cabezas de plomo de 35 a 55 g. Si bien esto no es totalmente inaceptable para pescar en menos de 10 metros de agua, sí significa que hay que pescar rápido. Hoy, una cabeza de plomo de 20 g es el complemento perfecto para la gama, ¡abriendo nuevos horizontes para el uso de la CE y la CPT (para los entendidos)!

Un color reconocible
A diferencia de los demás cabezales de plomo de la gama Crazy, el cabezal de 20 g está disponible en un único color, que es nuevo en Fiiish. Se trata del color Raw, que lógicamente se presenta en un tono metálico. Todos los nuevos modelos 2024 de Fiiish tienen esto en común, lo que los hace reconocibles al instante.

Un efecto de altura
La ventaja de utilizar una cabeza de plomo ligera en un señuelo grande es, obviamente, la posibilidad de explorar zonas poco profundas, pero sobre todo la de realizar descensos lentos y planeadores. Ya se trate de pesca de arrastre, voladora o con sedal, las fases de pausa son momentos cruciales de la animación durante los cuales se produce un gran número de golpes.
Aligerar la cabeza de plomo permite pescar más despacio, alargando la fase de descenso y proporcionando al señuelo un efecto de deslizamiento especialmente natural.

Para pescar a poca profundidad
Como ya os podéis imaginar, he aprovechado esta novedad para ofrecer la Crazy Eel 180 en zonas menos profundas de lo habitual. De hecho, desde el inicio de la temporada, he estado prospectando lugares entre 5 y 15 m de profundidad con el objetivo de ofrecer una gran picada en poca agua o pescar especialmente despacio en zonas menos profundas.
Seamos claros, los resultados no se han hecho esperar y esta cabeza de plomo ha ocupado un lugar preferente en mi caja para toda la temporada

Versatilidad
Con este nuevo peso, he configurado las animaciones habituales para el Crazy 180, es decir, tirones grandes y vivos en plena agua y recuperaciones diagonales lineales destinadas a colocar las barras muy altas en la columna de agua.
Pero gracias a esta cabeza pude utilizar una nueva presentación que antes había reservado para otros señuelos. De hecho, el Crazy 180 con la cabeza de 20 g resultó ser especialmente eficaz cuando derivaba por el fondo en grandes vetas de corriente. Cuando los peces no estaban necesariamente dispuestos a ir a buscar los señuelos, aproveché el nuevo peso para "forzar" lo natural.
La situación típica es lanzar el señuelo a una vena de corriente marcada a unos diez metros de profundidad. Una vez que haya hecho contacto con el fondo, basta con levantarlo ligeramente del fondo y dejarlo flotar unos centímetros por encima de él. Las picadas suelen ser bastante pronunciadas y los señuelos quedan perfectamente enganchados