Retorno de sesión / Salida a orillas del bajo Verdon, con un récord de trucha en el haber

¡Récord de truchas! © Antonin Perrotte-Duclos

El Bajo Verdon es sin duda el mejor lugar del Var para pescar una trucha récord. No faltan peces grandes, pero a veces puede ser muy difícil decidirse por ellos, sobre todo cuando se pesca con señuelos.

Un comienzo complicado

Después de varias sesiones infructuosas a orillas del Verdon, sobre todo a causa de los altos caudales, decidí vengarme y salir muy temprano a pescar al amanecer. La ley nos permite pescar desde 30 minutos antes de la salida del sol, pero tenemos una hora y media de viaje por delante, así que salimos a las 4.30 de la mañana. Cuando llegamos, nuestros lugares habituales estaban prácticamente intransitables, el agua estaba sucia y la corriente demasiado fuerte. Las dos primeras horas transcurrieron sin un solo toque y la moral se resintió. Afortunadamente, el cielo estaba nublado y yo conocía algunos lugares donde la corriente era menos fuerte y donde se podían encontrar peces.

El primer pez visto

Cuando llegamos a una zona tranquila, las truchas no tardaron en responder, con un toque de un pez de 40 cm y el seguimiento de otro pequeño. Era un buen augurio, ya que el día no había hecho más que empezar. En una zona un poco más abajo, vi mi primer pez grande saliendo de las rocas bajo mis pies y siguiendo mi señuelo sin agarrarlo. Otro pez de unos 50 cm siguió al nadador de mi compañero de pesca, también muy cerca de la orilla. La pauta está marcada, vamos a tener que pescar zonas tranquilas y remansos bordeados de grandes rocas que sirvan de refugio a los peces. Las vetas de agua principales seguían siendo demasiado potentes para las truchas, así que todos los peces se reunieron en los bordes.

Une belle truite record...
Una trucha récord...

Un récord y una sorpresa

Siguiendo río abajo, me encontré con un lugar que había visto en sesiones anteriores y que se correspondía perfectamente con el tipo de zona que estábamos buscando. Es una bonita orilla resguardada de la corriente, bordeada de árboles y rocas hundidas, con agua lo suficientemente clara para que nuestros señuelos sean eficaces. Optamos por un Daiwa D'Fin de 4 pulgadas, con el lomo verde claro y el vientre blanco, ideal para ser visto por los peces al acecho. Cuando retiré el señuelo frente a las rocas, me puse en pie y vi salir a esta magnífica trucha que engulló el señuelo blando sin vacilar. La cabeza de plomo no tiene púas, así que la lucha será bajo presión y no debes cometer el más mínimo error de tensión. Al cabo de unos minutos, el pez entró en la red y se desenganchó al instante, 60 centímetros de músculo y felicidad.

Después de dejarlo volver a su escondite, cambio de color para terminar la pequeña parte de la mancha que aún no he hecho. Doy un buen toque cerca del fondo y, para mi gran sorpresa, un lucio rompe la superficie. Es la primera vez para mí, un lucio de primera categoría en 20 centésimas, una agradable sorpresa y otra gran pelea. Ha sido mi mejor día en el Verdon hasta la fecha, con sólo dos peces, ¡pero la cantidad no importa cuando la calidad está ahí!

Un brochet en première catégorie
Un lucio de primera categoría

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