Los mejores trucos para evitar desenganchar truchas en una pelea

© Antonin Perrotte-Duclos

Con la llegada de la pesca sin muerte y la obligación de utilizar anzuelos sin púas, cada vez es más frecuente que un pez se desenganche. Sin embargo, hay una serie de técnicas que pueden ayudarle a reducir el riesgo.

La base de un buen herraje

Para cualquier tipo de pesca, ya sea en el mar o en agua dulce, el anzuelo es la parte esencial que no se debe descuidar. Un atado correcto permite afrontar un combate con confianza, sobre todo con anzuelos sencillos. Es fácil aprender la técnica adecuada para todas las condiciones.

En primer lugar, la caña debe estar siempre inclinada con respecto al sedal, a ser posible 90 grados. De este modo, cuando el pez agarre el señuelo, doblará ligeramente la caña, lo que facilitará su succión. A continuación, el golpe debe ser lo más amplio posible para permitir que el anzuelo penetre profundamente. Caña en mano, utilice los hombros y la pelvis para dar un cuarto de vuelta en lugar de intentar golpear con la muñeca. La fuerza del movimiento dependerá de la resistencia de tu sedal para evitar que se rompa.

Posición del bastón y gestión de la lucha

Les truites ont tendance à sauter
Las truchas tienden a saltar

Una vez iniciada la lucha, la trucha intentará a menudo saltar fuera del agua, lo que puede reducir la tensión. Hay que mantener la tensión lo más constante posible con anzuelos simples sin púas, ya que la más mínima flojedad significará un estancamiento. Coloque la caña a ras del agua, de nuevo a 90 grados de la línea, para que la acción de la caña amortigüe los golpes de cabeza.

Si ves que el pez intenta saltar, enrolla rápidamente la caña hacia abajo para evitar que tome un buen ángulo para su salto. Los cambios de ángulo con la caña en relación con el pez deben evitarse en la medida de lo posible. Si se pasa la caña de derecha a izquierda, aunque se mantenga la tensión, se corre el riesgo de que el pez se apoye en el señuelo para desengancharse.

Pesca con red

La mise à l'épuisette, un instant délicat
El recorte de redes, un momento delicado

El momento fatídico que más temes: la red de desembarque. Una vez que hayas manejado con maestría la lucha, tendrás que redoblar la concentración para conseguir que la trucha se seque. Cuando se sienten derrotadas y ven que se acerca el límite, las truchas tienden a enroscarse sobre sí mismas. Este es un momento muy arriesgado de la pelea, ya que el mero peso del señuelo puede hacer que el anzuelo salte cuando la trucha tiene la cabeza gacha. El objetivo es limitar al máximo este tipo de comportamiento.

Si estás solo, intenta siempre guiar la trucha hacia la mano que sujeta la red de desembarque, mientras la trucha se mantiene en movimiento. Sobre todo, no levantes la caña, mantenla lo más baja posible y deja que pase por detrás de ti. El movimiento debe ser fluido para acercar el pez a la red. Asegúrate de no tocar el señuelo con la red y de que no se atasque ningún anzuelo en la red.

Más artículos sobre el tema