El momento oportuno
Aunque la transición del invierno a la primavera está marcada en el calendario como a finales de marzo, los peces la sienten más en términos de temperatura del agua. En general, la temperatura del agua es estable durante los meses de invierno, pero puede subir rápidamente si las temperaturas exteriores son altas. A partir de febrero puede empezar a hacer buen tiempo en la costa, con temperaturas que alcanzan los 20°C al sol, pero que ya no se acercan a los 0°C por la noche. Por tanto, el agua puede subir fácilmente uno o dos grados en pocos días, lo que activa el reloj biológico de peces y cefalópodos.
Es el momento ideal para salir a pescar, ya que algunas especies se acercan a la costa para reproducirse, mientras que otras ya han terminado y se alimentarán abundantemente para reanudar su vida normal.
Especies que abandonan la costa
En cuanto el agua se calienta, algunas especies que se encuentran cerca de la costa en invierno vuelven a las profundidades. Un pez muy sensible a este periodo cálido es la barracuda, a la que le gusta desplazarse en grandes grupos cerca de los puertos en las frías noches de invierno, antes de regresar a mayores profundidades y afloramientos rocosos. El fenómeno es similar en el caso de los calamares, que acuden a reproducirse y a poner sus huevos a menos de 10 metros de profundidad antes de regresar a las profundidades.
Si puede determinar el momento exacto de su migración utilizando las previsiones meteorológicas, podrá obtener muy buenos resultados para estas especies. El hecho de que tengan que desplazarse les obliga a estar activos y a reanudar una dieta importante para no cansarse durante su migración.
Especies que se acercan
La llegada de la primavera también es señal de una reactivación de las especies que se pueden pescar. Mientras algunas abandonan las costas, llegan otras especies que apenas se veían durante el invierno y la pesca se vuelve muy divertida. Entre los peces depredadores, encontramos muchos tassergals, que llegan en grandes bancos de individuos de entre 800 g y 1 kg y que aprovechan el calor para alimentarse. Al mismo tiempo, las sepias adultas se acercan para reproducirse y también están presentes en gran número.
También es un buen momento para salir en su barco, ya que los peces pelágicos, como los pelámidos y otros pequeños atunes, estarán a la caza. Basta con pasar unos días bajo un sol radiante para que todo vuelva a la normalidad