No dominar su equipo
Antes de salir, hay que conocer bien el equipo, sobre todo porque una vez en el agua pueden aparecer otros factores con los que nunca te habías encontrado, como corrientes, viento, olas...
Tengo el ejemplo de una persona, en un viaje en busca de pavones, que compró su primer set de lanzado antes de venir. Desgraciadamente, esta persona dedicó su tiempo a intentar comprender cómo funcionaba su set y se perdió su viaje.
En el mismo viaje, a otra persona se le había metido en la cabeza pescar a mosca, pero de la misma manera, dedicó su tiempo a entender la técnica.
Por eso es mejor utilizar técnicas que ya domines, o aprender y practicar de antemano las técnicas que quieras utilizar, en lugar de descubrirlas cuando llegues allí.
Sobrevalorar su salud
Salir a pescar al extranjero, en condiciones a las que no estamos acostumbrados todo el año, puede resultar físicamente difícil en poco tiempo. El mareo, la tolerancia al calor, al frío o a la humedad, la reducción de los periodos de descanso... son condiciones a las que hay que saber adaptarse rápidamente.
Hay que cuidarse desde el principio para poder disfrutar del viaje hasta el final. Para ello, hay que informarse de las condiciones físicas necesarias para cada viaje y tenerlas en cuenta.
Pescar doradas en la selva boliviana o GT trevally en el Océano Índico requiere cierta preparación física y resistencia.
No dominar los nudos
Cuando se pesca a diario y cuando se viaja, no se utilizan necesariamente los mismos nudos ni los mismos diámetros de sedal. Es importante practicar los nudos que no estás acostumbrado a hacer, para dominarlos cuando llegues allí.
Si no estás seguro de recordarlo, siempre puedes imprimir el método o grabar un vídeo instructivo en tu teléfono. Saber hacer buenos nudos rápidamente es la mejor forma de asegurarte de que consigues los peces que quieres.
No tener la ropa adecuada
Ya sea por el frío, el calor, el sol, la lluvia o lo que sea, tienes que planificar tu vestimenta en función de las condiciones que te vas a encontrar sobre el terreno. Tengo el ejemplo de alguien que vino sin guantes ni pantalones, en plena selva colombiana. Al final del viaje, aunque tuvo el reflejo de ponerse crema solar para evitar quemaduras, los mosquitos no le hicieron ascos y sufrió picores.
Bajar la guardia
En los viajes de pesca, que para muchos de nosotros son vacaciones, podemos relajar la vigilancia, asumir riesgos y olvidar ciertas cosas que no haríamos en el día a día.
Por ejemplo, las normas de seguridad no son las mismas de un país a otro, como el uso de chalecos salvavidas, pero eso no significa que no debas llevar uno. Si no sabe nadar y va a pescar desde una embarcación o cerca de zonas peligrosas, es claramente recomendable que lleve un chaleco salvavidas y lo utilice en todo momento. Esto recuerda el trágico accidente de 2022, cuando un pescador se ahogó en el Orinoco, un caudaloso río de Sudamérica.
Una de las cosas que hay que recordar es que hay que estar bien preparado para que la estancia empiece de la mejor manera posible. El tiempo in situ es corto y valioso, así que hay que aprovecharlo al máximo y estar operativo desde el primer día.
Evidentemente, esta preparación dependerá del tipo de viaje, de lo que quiera obtener de él y de lo que pueda encontrar in situ. En cualquier caso, informarse, estar preparado y conocer tus habilidades son buenas bases para un viaje exitoso
