Amanecer y atardecer
Cuando los días son cálidos, sobre todo cuando la temperatura supera los 25 grados a la sombra, las truchas acortan sus periodos de actividad. A las truchas no les gusta especialmente el agua caliente para alimentarse.
En cambio, al amanecer y al atardecer, periodo que se acorta a medida que se acerca el verano, los peces se desplazan para alimentarse. La temperatura del aire es más fresca, al igual que la del agua. Las truchas se encuentran generalmente en muy poca agua, apostadas en la corriente, a la espera de que una presa pase a su alcance. Los bajos niveles de luz facilitan la tarea de atraer a los peces, que se basan principalmente en ruidos y vibraciones para cazar.
El sol en su cenit
A diferencia del amanecer y el atardecer, la hora cenital no es fresca y no favorece el movimiento de las truchas. Sin embargo, si dispone de un buen par de gafas polarizadas, podrá buscar activamente peces a lo largo del río. Los peces suelen estar pegados al fondo, en corrientes débiles y a la sombra. Utilizando la astucia, el sigilo y pequeños señuelos, es posible capturar peces recelosos. Tendrá que usar sedales finos y ser muy preciso con los lances para engañar a los peces más grandes.
Cuando el sol esté en su cenit, también podrá ver en qué agujeros y corrientes hay más peces o más grandes. Si, a pesar de tus esfuerzos, los peces no pican, tendrás una buena indicación de dónde puedes pescar por la noche.
Conservación del pescado
Las temperaturas estivales son un gran peligro para las truchas, sobre todo para los peces grandes. Tenga en cuenta que bajo ningún concepto una trucha debe salir del agua fresca del río. Unos segundos bastan para hacer una bonita foto antes de soltar rápidamente al pez. Evite también colocar el pez sobre una piedra o cualquier orilla expuesta al sol, que podría quemar la piel de una trucha ya de por sí frágil.
Utiliza una red de desembarque en la medida de lo posible, con malla de goma para mantener al pez de cara a la corriente mientras intentas desengancharlo. Mójate bien las manos antes de agarrarla y mantente siempre por encima del agua cuando quieras hacer una foto. Una caída al suelo es fatal para una trucha ya agotada por la lucha. Ten en cuenta que una trucha puede morir por las consecuencias de una lucha demasiado larga, entre 2 y 8 horas después de la captura, debido a la acumulación de ácido láctico.
