Una clara reactivación del interés
La idea de fijar un señuelo blando atornillándolo a un pequeño sacacorchos de cuerda de piano no es nueva. Este tipo de montaje existe desde hace más de veinte años sin llegar a imponerse. Si ahora goza de un claro renacimiento, es gracias a la combinación de dos tendencias bastante fuertes que no existían en aquel momento. El uso de señuelos blandos modernos, que ahora son muy frágiles porque están hechos de goma híper tierno y la moda de los grandes sábalos (20 a 30 cm) diseñados para la pesca del lucio.
Estas dos tendencias dificultan la colocación de una cabeza de plomo convencional. En el primer caso, con señuelos blandos, es porque después de unas cuantas capturas, a veces incluso después de la primera, la caña del anzuelo simple cizalla el cuerpo del señuelo como si fuera mantequilla. El sábalo no puede sostener la cabeza y se desploma en el lance.
Un señuelo empalado
Puedes mejorar un poco las cosas pegándolo durante el primer montaje. Pero en este caso, se pierde la posibilidad de cambiar de señuelo a voluntad. En el segundo caso, con un sábalo grande, la solidez del señuelo ya no es un problema, pero hay otro: el armado. No es fácil armar de forma óptima un señuelo blando de 20-30 cm utilizando dos anzuelos, como exige la normativa.
El uso de una cabeza de plomo más un anzuelo triple, aunque posible, no es necesariamente lo más adecuado. En primer lugar, porque es difícil encontrar cabezas de plomo en el rango de pesos de su elección con un anzuelo lo suficientemente grande y largo para montar correctamente un señuelo de este tipo. Cuando los encuentras, a veces son difíciles de montar y, cuando lo haces, es sólo para darte cuenta de que el señuelo está tieso como una tabla (empalado estaría más cerca de la verdad). También es posible que desee utilizar estos grandes señuelos en aguas poco profundas, por ejemplo, en aguas abiertas por encima de un lecho de algas, lo que requiere poco o ningún lastre.
El uso de cabezas de plomo también es problemático en este caso, porque, la mayoría de las veces, un anzuelo grande es sinónimo de una cabeza de plomo pesada. Así que tuvimos que desarrollar soluciones alternativas para estas necesidades específicas. Y ahí es donde entra en juego nuestro famoso sacacorchos.
Este sistema es sin duda la forma más sólida de fijar un señuelo blando. El señuelo se atornilla, mientras que en una cabeza de plomo se mantiene en su sitio sólo por fricción. Cualquier buen manitas sabe que un tornillo mantiene unido un conjunto mucho mejor que un clavo corriente.
Muchas ventajas
Con un sacacorchos, no hay asentamiento ni deslizamiento posible, simplemente no puede moverse ni coger holgura. Otro punto importante, relativo a la longevidad de los señuelos frágiles, con una cabeza enroscable el armamento debe instalarse desde el exterior mediante un golpe de apilado con uno o dos anzuelos triples.
Al golpear, el señuelo se desprende del armamento y sólo está sometido remotamente a las tensiones del combate y al contacto con los dientes del depredador, cuyos furiosos cabezazos pueden superar fácilmente cualquier chicle cuando el señuelo permanece unido al anzuelo.
Otra gran ventaja del sacacorchos es que nos da total libertad a la hora de colocar el cañón, e incluso el plomo, ya que ahora estos elementos pueden separarse.
En el caso de un gran swimbait flexible, por ejemplo, podría imaginarse un montaje con un sacacorchos para fijar el señuelo, dos anzuelos triples (en tándem o independientes) que pueden colocarse bajo el vientre o en el lomo, según las circunstancias, y un lastre extraíble que también puede adaptarse a la profundidad elegida. Sobre el papel, todo esto parece ideal, pero en la práctica da lugar a montajes bastante técnicos, tanto para hacerlos uno mismo (aunque se pueden encontrar ya hechos en el mercado) como para utilizarlos.
El eje autocentrante, imprescindible
Puede arreglárselas con un simple giro, pero los modelos autocentrantes con pasador central son mucho más fáciles de colocar correctamente. Este pasador se inserta en el señuelo blando en la dirección correcta y se atornilla. El pasador impide que el giro se desplace lateralmente. Es sencillo pero radical. Los hay de diferentes tamaños.
Ventajas e inconvenientes
En resumen, el sacacorchos ofrece muchas ventajas:
- el señuelo se mantiene mejor unido y se daña mucho menos rápidamente, sobre todo porque el armamento se deshace al golpearlo
- montaje rápido y sencillo, fácil de quitar y poner sin dañarlo
- puedes colocar tus ganchos exactamente donde quieras
- balasto modular (para determinados conjuntos) o sin balasto
- mayor flexibilidad del señuelo en toda su longitud
Por supuesto, también tiene sus inconvenientes:
- instalación más compleja y costosa (soportes)
- riesgo de puntos débiles si las pilas están mal hechas y discreción reducida (pilas y ganchos más visibles)
Sencillo y eficaz
Por lo tanto, cada uno debe decidir si lo utiliza o no en función de las circunstancias. Pero una vez que te hayas familiarizado con los detalles de la construcción del stack, tengo la impresión de que te engancharás rápidamente a su facilidad de uso y a su eficacia. En algunos casos, con señuelos blandos muy grandes, por ejemplo, no tienes muchas opciones: es prácticamente la única solución viable.