El mejillón, un marisco sorprendente
El mejillón respira y se alimenta filtrando el agua, alimentándose de partículas diminutas. En marea baja, el mejillón cierra sus dos válvulas para conservar agua y evitar secarse. Resguardado en su concha y firmemente sujeto a su afloramiento rocoso, los depredadores que pueden comérselo son escasos, pero algunos habituales de la bajamar aún tienen más de un truco en la manga para hacerle soltarlo.

Crecimiento rápido
Como ocurre con la mayoría de las especies, el mejillón se reproduce entre machos y hembras, la larva comienza su vida flotando y se une al plancton. Un mes más tarde, sólo mide medio milímetro, pero ya tiene la forma del mejillón adulto que conocemos. Es en este momento cuando elige su trozo de roca donde pasará el resto de su vida.
Para que el mejillón alcance la talla legal de cuatro centímetros y se haya reproducido lo suficiente para mantener el depósito, debe crecer entre un año y medio y dos años.

Mantener la línea y preservar los recursos
La pesca a pie es ante todo una actividad de ocio, un buen momento para pasar solo, con amigos o en familia. En la temporada adecuada, los mejillones atraen a un buen número de pescadores, pero hay que tener cuidado de respetar las normas, las prácticas y utilizar las herramientas adecuadas. Para ello, utilice primero una pequeña regla de medir para recoger y pescar mejillones que tengan el tamaño adecuado. Si miden más de 4 cm, puedes cogerlos y meterlos en tu cubo.
La pesca del mejillón es una auténtica cosecha, pero tenga cuidado de no sobrepasar la cuota autorizada de 5 kg de moluscos por persona y marea, todas las especies incluidas.
Está prohibido recogerlas en puertos y canales y a menos de 25 metros de las concesiones de cultivos marinos. También está terminantemente prohibida la venta de productos pesqueros.
Elegir los mejillones más bonitos
Para seleccionar los ejemplares más bellos, algunos pescadores sacan un utensilio de cocina, la cuchara. Se seleccionan los mejillones buenos y se cortan con el lóbulo de la cuchara. Esta práctica deliberada garantiza que no se arranquen todos los mejillones. La cuchara es la herramienta ideal para evitar arrancar los mejillones más pequeños, también es la única herramienta permitida. Olvídese inmediatamente de las rasquetas u otras herramientas, para no dañar el medio ambiente para futuras pescas y sobre todo para estar en regla.
Aunque los mejillones deban clasificarse y liberarse directamente en el lugar donde se capturaron, es mejor evitar desenganchar los que aún no son grandes, ya que tienen dificultades para agarrarse y pueden morir prematuramente. Si el mejillón no tiene tiempo de agarrarse antes de que suba el mar, tendrá mucha suerte si no es arrastrado fuera de su colonia, donde no hay rocas.
Respetando las buenas prácticas de pesca, los pescadores preservan los recursos y el medio marino. De este modo, contribuyen a que el placer de la pesca a pie siga siendo accesible a todos durante mucho tiempo.

Para comer o cebar
El mejillón es excelente para comer con la familia y los amigos, en ensaladas, mouclade y otras recetas.
También es un cebo de primera clase que atraerá a muchos peces. Muy apreciado por los espáridos, el mejillón seducirá también a la faneca, la pescadilla, la lubina, el mújol, pero también a todos los peces de roca.
Entero o sin concha, el mejillón sigue siendo un cebo frágil que debe salarse para fortalecer la carne o embutirse con hilo elástico para sujetarlo al anzuelo.
Antes de pescar, infórmese sobre los horarios de las mareas y la salud de la zona.