La payara, ¡un pez con dientes que dan escalofríos!

¡Los dientes de la payara son impresionantes! © Likid Fishing

La payara es un pez muy popular entre los pescadores con mosca y señuelo por su espíritu luchador, su interesante búsqueda y su aspecto terrorífico, que le ha valido el apodo de pez vampiro.

La payara

La payara es un pez carnívoro que habita en Sudamérica, principalmente en Colombia, Brasil y Venezuela. Es fácilmente reconocible por su cabeza y dientes característicos, que le han valido el apodo de pez vampiro. Pertenece a la familia Cynodontinaes, que incluye varias especies muy similares. Especies que tienen todas la misma particularidad: los dos largos caninos de su mandíbula inferior.

Estos caninos sirven para agarrar a su presa. Por ello, el payara no intenta engullir a su presa. Esto dificulta su pesca con señuelo, ya que provoca muchos mordiscos y es difícil de enganchar. Por otra parte, sus dientes son capaces de volver a crecer si los pierde.

Le payara est un poisson intéressant à pêcher.
La payara es un pez interesante de pescar.

La payara, el mayor miembro de la familia Cynodontinae, puede pesar hasta diez kilos y medir más de un metro. Tiene el cuerpo gris, formado por pequeñas escamas, una ancha cola negra al final y grandes ojos, que le permiten cazar en la oscuridad.

Le payara est facilement reconnaissable.
La payara es fácilmente reconocible.

Espacio vital

Es un pez que aprecia las zonas con corriente, donde caza y encuentra oxígeno. Por tanto, se encuentra en corrientes y zonas poco profundas sin vegetación. Le gustan los fondos limpios, formados por rocas o arena.

Le payara fréquente les zones avec du courant.
La payara frecuenta zonas con corriente.

Actividad

La mañana y la tarde son los mejores momentos para encontrar payaras de caza. El tiempo nublado o lluvioso pueden ser condiciones interesantes para activar a los peces.

Manipulación de payara

La cola proporciona un buen primer agarre para el pez. La segunda mano puede colocarse bajo la cabeza, pero es posible pescarlos a la manera de los lucios, deslizando una mano bajo la tapa.

En ambos casos, hay que tener mucho cuidado con los dientes, porque no sólo están afilados, sino que también lo están por los lados.

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