Cosecha razonable

Las lubinas alcanzan la madurez sexual en torno a los 5 años de edad, de ahí la talla reglamentaria de 42 cm, pues se considera que ya han podido reproducirse al menos una vez. Este pez es de crecimiento lento, por lo que hay que darle tiempo para que crezca y se reproduzca. La elevada presión pesquera invernal sobre esta especie no favorece su sostenibilidad.
Noviembre es, por tanto, un periodo en el que salta sobre todo lo que se mueve, porque a finales de diciembre saldrá corriendo. En nuestro muestreo, debemos favorecer a los peces de 50 a 60 cm. Como puede verse en la tabla siguiente, los individuos más grandes son los que mejor desovan, así que liberémoslos.

Diversificar las técnicas de pesca
Así pues, este mes de noviembre nos permitirá practicar todas las técnicas. Además, como este año ha sido suave en cuanto a temperaturas, el agua sigue templada, por lo que los peces están activos. En la Rade de Brest, seguimos explorando toda la capa de agua, los señuelos son un poco más grandes. Para los peces nadadores, utilizo señuelos en 110 y 130. Sigo utilizando el mismo método, un curricán detrás del kayak y cuando engancho un pez rastrillo la zona alrededor del kayak con un señuelo suave. Luego rasco el fondo y voy subiendo poco a poco hasta la superficie.

Cuando he terminado la cuadrícula alrededor del kayak, me desplazo a una nueva zona, volviendo a poner un señuelo al curricán hasta que aparece el siguiente pez y empiezo de nuevo la cuadrícula alrededor del flotador. Muy a menudo, los peces picados son individuos de más de 50 cm, bien redondeados y muy gordos. Los peces más gordos se devuelven sistemáticamente al agua, ya que están listos para su trabajo de invierno. Así como los peces más grandes que, como ya se ha dicho, son los que mejor se reproducen, así que libéralos.
Para las mañanas aún agradables, en lo que a temperaturas se refiere, no dude en sacar sus señuelos de superficie. Si el agua está todavía a 14 o 15 °C, como es el caso en este momento, los peces no dudarán en subir. También en este caso, utilizo un señuelo grande y ruidoso como un super spook en 130, un señuelo que se lanza lejos y hace un ruido infernal, realmente molesta a los labrax.

Una temporada que llega a su fin
En nuestra zona, por encima de la 48, la temporada terminará, legalmente, a finales de noviembre, al menos para el muestreo. Nada le impedirá seguir buscándolas en diciembre, pero será una pausa obligatoria.

Mi experiencia en el puerto de Brest me ha demostrado que están presentes hasta finales de diciembre y regresan a partir de mediados de abril. Para los que deseen seguir saliendo, nos dedicaremos entonces a los cefalópodos, los grandes besugos grises o los abadejos y bacalaos de la costa norte.
De momento, noviembre ya está aquí, así que disfrutemos de unos días más en busca de este pez emblemático para muchos de nosotros. Y liberar sistemáticamente a los más grandes, para que nuestros hijos y nietos también puedan disfrutarlos.