Barco, kayak e incluso tubo flotador
Por supuesto, la pesca de peces de roca puede realizarse en barco, pero también en kayak o incluso en tubo flotador si se tiene mucho cuidado.
La ventaja de pescar en roca desde una embarcación es que se puede pescar en vertical, lo que lo cambia todo en comparación con la pesca desde la orilla. Así, los enganches serán menos frecuentes y las picadas se sentirán mejor.
Este tipo de pesca es habitual en embarcaciones o kayaks, pero mucho menos en tubos flotadores. Sin embargo, siempre que se permanezca cerca de la orilla y sólo se entre en el agua cuando el mar esté plano, habiendo consultado por supuesto la previsión meteorológica, es posible divertirse, sobre todo en pleno verano.

Colócate bien sobre la roca
Obviamente, cuando se buscan peces de roca, es muy recomendable situarse en fondos rocosos o muy próximos. Para quienes dispongan de una sonda de profundidad, es bastante fácil determinar la naturaleza del fondo, sobre todo a poca profundidad. Si no dispone de una sonda de profundidad, algunas pistas siguen siendo importantes.
En primer lugar, si desea pescar el muy común tipo de pez o sarrio, debe saber que una vez que su cebo está en el fondo, normalmente sólo tarda unos segundos en sentir la picadura. Si no es así, hay dos opciones, o no tiene cebo en el anzuelo o simplemente no está en la roca.
La otra forma fácil de determinar tu posición es prestar atención al color de los peces, más concretamente de los calamares. Si atrae a los mirlos de color más oscuro, está en el fondo del abismo. Si los lanzones empiezan a tener una librea más clara, se está acercando a la arena o está cerca de ella.

En otro caso, si no tiene picaduras o tiene muy pocas, puede que se encuentre en una pradera de algas. Se dará cuenta trayendo un trozo de tallo de alga en el anzuelo. En este caso, no dude en retirar su aparejo varias decenas de centímetros para que su cebo sea visible.
Un último consejo, si ya no hay picadas, antes de comprobar el anzuelo o cambiar de posición, prueba a enrollar el aparejo varias veces y dejar que el plomo vuelva a caer al fondo, lo que tiene el efecto de desencadenar los ataques y, por lo tanto, conseguir nuevas picadas.