Pesca de truchas en ríos: ¡pescar a dos es mejor!

La pesca de la trucha de río es una técnica de pesca emocionante que es mejor compartir con un compañero por varias razones que vamos a descubrir y entender aquí.

El río, un entorno relativamente peligroso

El primer punto por el que es importante pescar en pareja es la peligrosidad del entorno. En efecto, un río puede presentar diversos riesgos para el pescador. El primer riesgo, sobre todo al principio de la temporada, es caerse al agua. Concentrado en la pesca, un resbalón y una caída pueden ocurrir rápidamente, y con la fuerte corriente y el agua fría, las consecuencias pueden ser dramáticas.

El hecho de pescar en pareja permite intervenir rápidamente en caso de problemas, pero también ayudarse mutuamente a cruzar o superar un obstáculo pasándose el material o agarrándose el uno al otro si es necesario. A pesar de las muchas precauciones y de una mayor vigilancia, puede ocurrir un accidente, más o menos grave, pero para el que una pareja podrá avisar rápidamente a los servicios de emergencia si surge la necesidad, o ayudar a volver al coche más fácilmente para ser atendido.

Varias situaciones menos graves y más cómicas también pueden gestionarse más fácilmente cuando se está acompañado, como un anzuelo en el dedo. Siempre es más fácil manipular y tirar de un anzuelo en el dedo de otra persona con un trozo de sedal que en tu propio dedo.

Pesca más eficaz

La complementariedad de las técnicas de cada uno de los dos pescadores es también una ventaja considerable. Cuando se pesca en un río, tiene sentido que cada pescador elija una técnica diferente para atacar la sesión y encontrar los peces más rápidamente. Si ambos pescadores deciden pescar con señuelos, uno de ellos puede prospectar rápidamente con un nadador y el otro con un señuelo blando, por ejemplo, lo que les permitirá escudriñar las distintas capas de agua y apuntar a los peces.

Esta complementariedad también significa que no tienes que cambiar de señuelo para cada tipo de lugar. Por ejemplo, si los dos pescadores llegan a un pozo y uno de ellos lleva un señuelo bastante pesado y denso en su caña, tiene más sentido que pesque en ese pozo. En lugar del que lleva una cucharilla pequeña y muy ligera, que estará más cómodo en el gran llano situado 50 m más arriba.

También es posible pescar con dos técnicas completamente distintas, una con mosca y otra con señuelo, por ejemplo. Qué pescador de truchas no ha experimentado nunca la frustrante situación de observar peces en posición de engullir con su caña de señuelo en las manos, o a la inversa cacerías de truchas centradas en peces pequeños con su caña de mosca en la mano... Este tipo de situaciones pueden evitarse si ambos pescadores eligen su propia técnica, incluso si ello implica intercambiar las cañas si uno de ellos es más prolífico. En eso consiste también compartir una pasión.

Además de aumentar el número de aciertos variando las técnicas, pescar con dos personas también permite capturar peces grandes. En efecto, siempre resulta estresante y más complicado pescar un pez grande en solitario, mientras que con dos personas la tarea es más sencilla, evitando así grandes decepciones.

Crear y compartir recuerdos

Como pescar suele ser sinónimo de compartir, es más agradable pescar en pareja para crear recuerdos comunes. Cuando un pescador de truchas elige a un compañero para que le acompañe, es porque le cae bien. Tanto si el compañero es un amigo como un familiar, el objetivo es volver a casa con recuerdos.

Estos recuerdos pueden ser de un pez realmente grande, una sesión de locura particularmente activa, una acción de pesca increíble o un golpe de sedal memorable. Pero también la rotura de un gran pez, un bonete monumental, un anzuelo en el dedo u otros percances. Todos estos recuerdos dan vida a esta pasión por la pesca y te proporcionan un montón de historias que contar a otros pescadores o a tus hijos más adelante.

Para capturar estos recuerdos, especialmente los peces, muchos pescadores sacan sus smartphones o cámaras. Y una vez más, es mucho más fácil conseguir una bonita foto de recuerdo con dos personas, en lugar de dejar la cámara o hacerse un selfie.

Elegir a su pareja

Por supuesto, todos los puntos anteriores sólo son válidos con personas de confianza.

Un pescador, para ser un buen compañero, debe estar dispuesto a ayudar al otro, permanecer discreto, meterse en el agua para pescar un pez grande. También debe compartir sus spots o hacer buenas fotos, y mucho más.

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