El barbo, un fantástico luchador de la Península Ibérica

© Perrotte-Duclos Antonin

Presentación del barbo de cabeza corta

El barbo de cabeza corta pertenece a la familia de los ciprínidos. Se identifica fácilmente por la forma triangular de su cabeza, muy corta. Tiene la boca hacia abajo y unos bonitos ojos amarillos.

En la pesca, a menudo se reconoce por su aleta caudal muy oscura. Los mayores ejemplares registrados miden más de un metro y pesan casi 20 kg. Se alimenta principalmente de insectos, larvas y pequeños crustáceos.

Le barbeau shorthead est un poisson très combattif
El barbo de cabeza corta es un pez muy combativo

Técnica y comportamiento pesqueros

Su dieta dificulta su captura con señuelos. Los barbos responden mejor a las moscas, sobre todo a las secas y a las ninfas. Son muy tímidos por naturaleza, por lo que hay que acercarse a ellos con precaución desde una distancia prudencial.

Estos peces suelen alimentarse en el fondo, a menos de un metro de profundidad. Cuando se levanta viento, no es raro que se alimenten en tan poca agua que sus espaldas quedan completamente fuera del agua.

¿Dónde puede encontrar barbos de cabeza corta?

El barbo es endémico de la Península Ibérica y se encuentra en grandes lagos y ríos del sur de Portugal y España. Poco buscado por los pescadores con señuelos, su presencia en determinadas zonas está poco documentada.

En mi opinión, el mejor lago de la península para buscar barbos de cabeza corta es el embalse extremeño de La Serena. Allí se pueden encontrar en gran número en las orillas, aunque la talla media oscila entre los 40 y 60 cm como máximo. Algunos ejemplares superan estas proporciones, pero es muy raro encontrarlos cerca de la orilla.

Un oeil jaune et une tête courte, pas de doute c'est un joli shorthead !
Con sus ojos amarillos y su cabeza corta, ¡no hay duda de que es un adorable cabeza corta!

Elegir bien la temporada de pesca

El barbo se puede pescar casi todo el año. Es necesario que la temperatura de la superficie del agua sea de al menos 18 grados para que los peces se desplacen a las orillas. En Extremadura, el agua supera los 18 grados de abril a noviembre, lo que facilita la captura de este pez. Ciertos periodos, sobre todo la freza en abril-mayo, pueden dificultar mucho la pesca, ya que los peces no buscan alimentarse.

Es mejor evitar julio y agosto, cuando la temperatura exterior puede superar los 40 grados a la sombra, lo que no es ideal para los pescadores. Los mejores meses del año son junio y septiembre, cuando el calor sigue siendo alto pero soportable para una jornada completa de pesca.

Vídeo de pesca del barbo

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