Preparación de última hora
Después de haber decidido fijar la fecha de nuestra apertura el domingo, según la disponibilidad de cada uno, escrutamos con atención la evolución de la previsión meteorológica. En efecto, la lluvia se anuncia, y el lago que está a más de 2 horas de carretera, ¡esperamos el último momento para validar nuestro desplazamiento! ¡Es durante el día del sábado, que tomamos finalmente nuestra decisión, y que preparamos todo nuestro equipo!
El lucio será nuestro principal objetivo, pero el lago es muy grande, las zonas son variadas y una amplia selección de señuelos debería llenar las cajas No olvide llevar algunos señuelos de caña para salvar el capó en caso de inactividad de los lucios Motor eléctrico, sonda, batería de litio, bakkans llenos de señuelos, caña y carrete, para pescar, ¡todo está ahí!
Pero la inauguración es también y sobre todo un buen momento de convivencia, por lo que obviamente preparamos un buen almuerzo, ¡algo que nunca falta y para lo que no hay no matar!

Repaso de la mañana
Son las 8 de la mañana, y aquí estamos a orillas del lago, ni una nube en el cielo, ni una brizna de viento, ¡el día por fin se presenta muy bonito! Ponemos las dos barcas en el agua, instalamos los motores y los buscadores de profundidad, sacamos las cañas, mucho más numerosas que los pescadores, ¡pero para estar preparados para todas las técnicas!
Después de media hora de preparativos por fin salimos al agua, el nivel del lago está al máximo y el agua llega justo por debajo de las ramas de los árboles. ¡Nuestra aproximación será entonces lo más cerca posible de las orillas para encontrar lucios alimentándose allí! Los lances se suceden, tanto con señuelos grandes como con tamaños más pequeños, ni el más mínimo seguimiento, ni el más mínimo toque...
Después de 3 horas, el deseo de tener picadas se impone, y es el pallet sinker o los micro señuelos como el touptishad los que conseguirán atraer a unas cuantas percas para "salvar el capó".

¡El viento empieza a levantarse ligeramente y nuestras esperanzas de ver despertar a los peces crecen! Hacia las 12h, justo antes de decidirnos a volver a la orilla para comer, un bonito lucio grande de más de 85 cm sigue a la Sandra de uno de nosotros, le mete un pequeño picotazo, pero sin cogerlo realmente, incluso después de haber insistido en la zona cambiando regularmente de señuelos, no lo volveremos a ver.
Una mañana muy complicada, era hora de instalarse en la orilla y disfrutar de los pocos dulces que cada uno había traído. Una buena hora de convivencia y risas, durante la cual desconectamos de nuestro seguimiento.
Un cambio de hora que merece la pena
Nuestro lago al estar situado en las montañas, el tiempo puede cambiar en cualquier momento, y para cuando habíamos comido, el sol se ocultaba tras las nubes, el viento se había levantado e incluso ¡empezaban a caer algunas gotas sobre la superficie del lago! Estas condiciones unidas a la poca actividad de la mañana, habrán tenido razón de la motivación de las chicas, que preferirán quedarse con el refugio. Así que decidimos partir con sólo tres de nosotros en un bote y ¡mucha esperanza! Nos dirigimos a la orilla ventosa y ¡empiezan de nuevo los lances!
"¡PESCADO!" dice Ghjuvà, mientras zapatea, al vacío... ¿El señuelo golpeó una rama? No, había mucho fondo en ese lugar, fue el primer golpe real del día... El lucio no regresó, pero esta apariencia de actividad nos motivó, ¡a pesar de la lluvia que empezaba a intensificarse!
Los tres bajamos en tamaño de señuelo, e intentamos jugar estratégico para meter absolutamente un pez, Ghjuvà pesca con un Sandra, yo pesco con un Neo Frog en remolque, y Pierre-François con un glide bait. Después de haber barrido una buena cincuentena de metros de orilla, Ghjuvà lanza su Sandra 12 cm coloris mojito a sólo unos centímetros de la orilla, y después de sólo dos vueltas de manivela, ¡da un gran golpe! El anzuelo está en orden, esta vez es el correcto, ¡está colgado! ¡Una buena pelea en su NFC705IM (5-20gr) y consigue meter este bonito pez de 76 cm en la red!

Aunque no era nada excepcional, este pez nos hizo sonreír Incluso nos motivó en exceso, pero por desgracia ningún otro lucio vino a visitarnos, sólo un bonito cacho fue capturado por Pierre-François al final de la sesión.
Un día complicado, pero divertido, con un mínimo de escalada y un máximo de risas