El pez gallo
Esta especie ( Nematistius pectoralis de su nombre latino) sólo en el océano Pacífico, en la costa occidental de Estados Unidos y Sudamérica, más concretamente entre el golfo de California y las islas Galápagos.
Los peces más grandes capturados hasta la fecha miden alrededor de 1,50 m y pesan casi 50 kg. El mejor periodo es de diciembre a mayo, el tiempo es constante y está fuera de la época de cría.
Su hábitat
Por regla general, el gallito es un pez que vive cerca de la costa. Suelen verse cerca de playas, estuarios, islotes y lagunas. Cuando aún son juveniles, pueden vivir en aguas muy poco profundas sin problemas. Se pueden pescar desde la orilla. Los guías de pesca están especializados en este tipo de pesca y ofrecen excursiones en 4x4 o quad por las largas playas de México, por ejemplo.
Una vez avistada la caza, es necesario moverse con rapidez para acercarse a los gallos y desviarlos de su objetivo inicial. También es posible encontrar gallos en aguas más profundas mar adentro, por lo que será necesario subirlos al agua para capturarlos.
¿Cómo podemos pescarlo?
El Pez Gallo puede pescarse con señuelo o con cebo vivo. Se dice que los peces más grandes se pescan con cebo vivo. En cuanto a los señuelos, se pescan principalmente con señuelos de superficie, poppers y stickbaits.
Durante mi temporada de guía en Panamá, me di cuenta de la importancia de lanzar lejos, de hecho este pez necesita tiempo para decidirse a atacar. Así que hay que lanzar lejos para tener tiempo de despertar su interés durante la animación del señuelo. Una vez que se haya decidido, verás cómo la cresta del pez perfora la superficie y sigue al señuelo muy molesto, girando de derecha a izquierda.
La adrenalina está en su punto álgido en este momento, hasta el ataque y la primera y larga acometida, típica del pez gallo.
La lucha
La lucha con un pez gallo es intensa y duradera. No es la pelea más poderosa ni mucho menos, pero es una lucha sostenida en la que el gallo te mostrará su lado más astuto. Lucha hasta el final, fingiendo ferozmente que se da por vencido antes de lanzarse a una acometida casi interminable, y así sucesivamente. A veces, en temas pequeños y medianos, consiguen hacer espléndidas velas.
Además de su original cresta, su hermoso pelaje rayado, las peleas que da, son los fabulosos paisajes donde se encuentran estos peces los que hacen de la pesca del pez gallo un momento único, suficiente para convertirse en adicto.
