Descripción
El tucunare (Cichla pleiozona) tiene un cuerpo relativamente alto, ligeramente aplanado lateralmente, con el dorso encorvado. Como todos los cíclidos, el pavón tiene una doble aleta dorsal: la primera parte es alta, rígida y espinosa, mientras que la segunda es más baja, ligeramente redondeada y flexible.
Su dorso verde se matiza de amarillo en los flancos inferiores, mientras que su vientre es blanco. Los flancos están atravesados por cuatro líneas verticales, que es la principal característica de la especie. También puede presentar una barra occipital (entre los ojos).
El dimorfismo sexual es muy marcado: los machos lucen una impresionante joroba en la frente, que puede volverse rojiza a medida que se acercan a la cría. Esta joroba es el principal rasgo distintivo entre machos y hembras.
El tamaño medio de un tucunare es de unos 2 kg, y algunos ejemplares superan los 3 kg.

Comportamiento
Los tucunares suelen formar grupos de unos diez individuos de tamaño similar. A estos grupos les gusta desplazarse por la vegetación inundada y cazar los pequeños peces que allí se refugian. Cuando baja el nivel del agua, los grupos comienzan a dispersarse hacia el cauce principal del río: es la mejor época del año para capturarlos.
Al final de la estación seca, unas semanas antes de las primeras lluvias, los peces forman parejas y construyen sus nidos en un fondo arenoso. Los adultos ponen los huevos y los protegen hasta que las crías alcanzan un tamaño de 2 a 3 cm. Para entonces, los ríos suelen haberse desbordado hacia la selva circundante, proporcionando abundantes escondites de los depredadores.

Alimentación
Los juveniles son casi exclusivamente insectívoros y se convierten en piscívoros a partir de unos diez centímetros. Es un cazador formidable, perfectamente capaz de coordinarse para acorralar a su presa o expulsarla de la cobertura. Por ello, no es raro ver a varios individuos cazando juntos la misma presa, para optimizar sus posibilidades de éxito. Son más activos por las mañanas y a última hora de la tarde, mientras que en las horas más calurosas se les suele ver inmóviles en zonas sombrías.

La Cichla pleiozona es un excelente depredador, muy agradable de pescar con aparejos más ligeros que los necesarios para sus primos brasileños o colombianos. Es una especie agresiva que no duda en atacar a los señuelos de superficie, y los combates son muy interesantes con aparejos finos. Puede ser una buena idea buscarlo junto a otras especies como el arapaima.

/ 







