A menudo oímos hablar de patrones en el mundo de la pesca con señuelos. En pocas palabras, se trata de una de las soluciones del momento para pescar. Esta solución se basa en un tipo de punto, "un" señuelo y "una" forma de animación. Estos dos últimos parámetros suelen estar diseñados para seducir o excitar al depredador para que ataque.

Dos reflejos naturales
Los peces se guían por diferentes instintos. Lo que les lleva a atacar nuestro señuelo es o bien el deseo de alimentarse o bien el deseo de ahuyentar a un compañero que les molesta. Por lo tanto, la pesca con señuelos se basa en explotar un reflejo de alimentación, pero también un reflejo agresivo que a menudo requiere dos enfoques diferentes.
Imitar o provocar
Teniendo esto en cuenta, la elección de su señuelo y de sus animaciones debe corresponder al reflejo que desea suscitar. El objetivo será imitar a las presas codiciadas por los depredadores o provocarlas imitando a un competidor o simplemente molestarlas.

¿Cuándo imitar?
Imitar a la presa suele ser la primera alternativa que se intenta explotar. Esta lógica corresponde a condiciones "normales" de actividad, meteorología y presión pesquera. Así pues, en todos los casos que parezcan normales, con un clima estacional, peces en un estado de actividad alimentaria media y una masa de agua que no esté ni sobreexplotada ni intocada por la pesca, debes utilizar señuelos con colores naturales, de un tamaño que se corresponda con la presa a la que te diriges y con una acción más bien suave y lineal.

¿Cuándo provocar?
En cambio, en cuanto las condiciones sean fuera de lo común e incluso extremas, pasaremos a una lógica de provocación. El objetivo de este enfoque es aprovechar un alto nivel de agresividad de los peces o, por el contrario, provocarles para que reaccionen.
Así, en caso de frenesí alimentario o simplemente de actividad muy elevada, o de condiciones meteorológicas especialmente adversas que creen un entorno acuático oscuro y ruidoso, el objetivo será utilizar señuelos con colores y sonidos agresivos que correspondan al estado actual de los depredadores.
En cambio, cuando el tiempo es desfavorable o la presión de pesca es muy alta, a menudo nos encontramos con peces completamente aletargados que rechazan un señuelo presentado de forma natural y despreocupada. En cambio, si nuestras animaciones y señuelos se vuelven provocadores y perturban su tranquilidad, ¡siempre es posible disfrutar de un "baño de sangre"!

Variables a explotar
Los factores que luego variará en la elección de su señuelo y sus animaciones son :
- Tamaño: Puede ser idéntico al de la presa o, por el contrario, el de un competidor.
- Color: Puedes optar por el natural o por el llamativo.
- Sonido: Los señuelos pueden ser tan silenciosos como las maracas de verdad.
- Animación: Puede ser suave, fluida y lenta, o muy brusca y rápida.