Incluso antes de capturar un pez, hay que localizarlo, identificar el momento adecuado y, sobre todo, evitar despertar su desconfianza, lo que podría obligarle a desviar su atención e interés de nuestro señuelo. Hay que adoptar buenos hábitos para poner todas las posibilidades de tu lado.
Ropa discreta
El primer hábito que debes adquirir es elegir un atuendo de colores apagados y discretos, más aún si vas a pescar al filo en zonas poco profundas con aguas cristalinas. Evidentemente, la ropa de camuflaje no es imprescindible, pero si puedes evitar el amarillo fluorescente...

Una llegada discreta
Del mismo modo, tanto si pescas desde la orilla como a bordo, tu llegada al lugar debe ser lo más discreta posible. Aligera tus pasos, reduce el ritmo y la velocidad de la embarcación y empieza a pescar lejos del lugar.
En la misma línea, cuando estás en un barco y sustituyes la orza, rodeas bien el lugar para no pasar por encima y alertar a los peces con el ruido del motor. Ellos ya lo oyen a decenas (o incluso cientos) de metros, así que imagínate el revuelo que se montaría si pasaras justo por encima de sus aletas.
Cuidado con los lanzamientos
Luego, cuando el señuelo caiga al agua, sobre todo si es poco profunda y el agua está especialmente tranquila, hay que ralentizar su trayectoria al final del recorrido para que pase lo más desapercibido posible.

Empezar por la frontera
Nunca se repetirá lo suficiente, pero los primeros metros de la orilla albergan un gran número de peces que con demasiada frecuencia se pasan por alto. El riesgo es, evidentemente, espantarlos al llegar, pero también capturar un pez situado más lejos de la orilla y hacerlo huir durante la lucha. Proceda metódicamente para conseguir el mayor número posible de objetivos, uno tras otro.
Empezar con señuelos discretos
Salvo en condiciones específicas en las que sepa que debe utilizar señuelos llamativos y ruidosos, prefiera los señuelos discretos (en cuanto a color y sonido) al principio de la sesión para no alertar a los depredadores y para no "saturar" la zona con demasiadas señales intensas.

No te pases con la animación
Con el mismo espíritu, sus animaciones deben ser mesuradas al principio del viaje. Los tirones y sacudidas incesantes son poco naturales (pero eficaces cuando el ritmo está bien controlado) y además pueden despertar las sospechas de los peces de la zona.
Presión pesquera
Aunque estas actitudes son excelentes hábitos que debe adoptar sin falta, es evidente que, en función del entorno, las condiciones meteorológicas y, sobre todo, la presión de pesca, el grado de desconfianza que muestren los depredadores variará enormemente.