La bola: una pasta perfumada
La pelota es nada menos que una pasta áspera hecha de sardinas, harina y arena. Para hacer una buena pelota, hay que extraer los filetes de sardina, triturarlos y mezclarlos con harina y arena. La arena actuará como lastre. La textura de la masa debe permitir formar pequeñas bolas con las que esconder el anzuelo. Algunos pescadores añaden otros ingredientes, aceite de sardina para que se pegue y huela, o sémola fina para una masa menos pegajosa. Es preferible hacer la pelota lo más tarde posible: la víspera o incluso mejor en el último momento. Hoy en día también existen masas de pelota ya preparadas en algunas tiendas de pesca.

Un montaje rudimentario
Para pescar con pelota no hay nada más sencillo. Una caña lo suficientemente sensible pero robusta, con una longitud de unos 4 metros, un carrete sencillo de tamaño 2500 o 4000. El cuerpo de la línea de nailon debe ser lo suficientemente resistente para pescar en zonas rocosas, entre 22/100 y 35/100. En cuanto al líder, se compone de fluorocarbono entre 20/100 y 25/100 con una longitud de aproximadamente 1,50 m y un anzuelo triple N°8 a N°12 o simple N°2 a N°8. Para seguir mejor la línea y detectar las picadas es preferible añadir un pequeño flotador o indicador en la línea. Una red de desembarque de mango largo puede ser útil si el lugar es saliente.
Las condiciones adecuadas
La pesca con pelota se practica con mar gruesa o tras un oleaje procedente de mar abierto. Para pescar con eficacia, es necesario que la espuma cubra los lugares de pesca. Esta espuma hará de pantalla y permitirá que peces recelosos como las sardinas se acerquen a la orilla para alimentarse de tu pelota. No obstante, debes comprobar el estado del mar para no correr riesgos
Desde el borde de una costa rocosa

La técnica de la pelota se practica en una costa rocosa desde la orilla. Es necesario elegir un lugar donde las olas rompan no muy lejos de la orilla y formen así una espuma bastante importante cerca de la orilla. Una roca saliente permite pescar más tranquilamente y sin mojarse demasiado. Una vez que hayas encontrado tu lugar, simplemente forma una bola con la masa que has hecho y envuélvela alrededor de tu anzuelo. Si pescas con anzuelos simples, puedes añadir un cebo en el anzuelo, un filete de sardina o una gamba antes de cubrirlo con la pasta. Después, con la ayuda de la caña, deja que el aparejo se hunda suavemente en la espuma. En cuanto a la pesca al toque, puedes mantener el sedal en la mano para sentir mejor las picadas. También puedes cebar tu punto con unos cuantos perdigones al principio y luego hacer algunas retiradas de vez en cuando.