¿Por qué en verano?
El verano es un buen momento para la pesca deportiva. El bajo nivel del agua, el agua clara y el cielo azul facilitan la observación de los peces en el agua. A menudo hay menos viento que roce la superficie del agua e impida ver a los peces. Además, los peces son especialmente activos cerca de la superficie. Se alimentan de numerosos insectos, larvas acuáticas, insectos terrestres, fruta, roedores y anfibios.
También puede combinar la pesca con una excursión al borde del agua. Hay que salir mucho para aumentar las posibilidades de avistar un pez. A menudo es posible caminar por el agua remontando la corriente o nadando para divisar u observar, con una máscara, las zonas donde se concentran los peces...
¿Qué es la pesca a la vista?
La pesca a la vista, como su nombre indica, consiste en detectar visualmente un pez. El planteamiento es bastante diferente del de la pesca con señuelo tradicional, en la que el señuelo se lanza y se enrolla, esperando un toque que se perciba a través del sedal y la caña. Cuando se pesca a pez visto, a menudo se recorre el terreno, no buscando con un señuelo, sino escudriñando la superficie cuidadosamente hasta divisar una silueta que delate la presencia de un pez. Como resultado, se realizan relativamente pocos lances, ya que sólo se centra la atención en el pez que divisa.
Si la densidad de peces presentes no es alta, o si los puntos donde se reúnen los peces están lejos, no es raro caminar o navegar varios cientos de metros antes de realizar un lance. La pesca a la vista también permite optimizar la pesca y lanzar sólo cuando se ha avistado un pez. Esto significa que no tiene que perder el tiempo peinando un lugar abarrotado, complicado e inaccesible si no ha visto ningún pez.
El equipo adecuado
Se trata de una pesca sutil y divertida que exige atención y precisión. El equipo utilizado es ligero. Volveremos sobre ello con más detalle más adelante. Cuando se pesca a pez visto desde la orilla, el uso de una red de desembarque es casi indispensable. La pesca a la vista cobra todo su sentido cuando se recorren orillas con vegetación densa y bancos inaccesibles. La red de desembarque es entonces una baza considerable para capturar peces cuando el acceso al agua no es fácil.
Además del enfoque, también hay que adaptar el equipo de pesca. Las gafas de sol polarizadas son imprescindibles. En primer lugar, para proteger los ojos en verano y evitar forzar la vista, pero también y sobre todo porque las lentes polarizadas eliminan gran parte de los reflejos en la superficie del agua. Ofrecen una visión de mayor contraste y facilitan mucho la localización de los peces al distinguir mejor su silueta del sustrato o el color del agua. Llevar una gorra o una visera también protege del sol y evita algunos de los reflejos, a veces molestos, en los cristales de las gafas.
Cuando se pesca a pez visto desde la orilla, hay que caminar mucho y estar atento a los peces. Una bandolera o mochila sencilla y ligera y unas cuantas cajas de señuelos es todo lo que necesitas. No conviene sobrecargarse para poder moverse con comodidad.
Como he dicho en la introducción, una de las claves del éxito de la pesca a pez visto es ver a los peces sin que ellos te vean a ti. Así que tendrás que llevar ropa discreta o incluso de camuflaje para mimetizarte con el entorno. Unas zapatillas de andar por casa y unos pantalones que no se ensucien (unos vaqueros que no rayen las zarzas, por ejemplo) serán ideales para completar el atuendo.
