Los tarpones de los Cayos
El sábalo es un pez que migra durante todo el año. Su pesca en el sur de Florida está en su mejor momento entre marzo y junio, tras lo cual se dirige un poco más al norte, y luego vuelve al sur para pasar el invierno en el Golfo de México y el Caribe. En Florida, y más concretamente en lo que se conoce como los Cayos, que son una serie de islas sucesivas, la última de las cuales es Cayo Hueso, el sábalo se puede pescar en la costa, donde vive la mayor parte de la población, y en los bajos. Los flats (zonas poco profundas) son ideales para la pesca deportiva. Puede encontrar algunos ejemplares en busca de comida y, sobre todo, esto le brinda la oportunidad de capturarlos a la vista para disfrutar de la máxima adrenalina.

Un enfoque discreto
Con los señuelos, no se lanza en el vacío. El principio es, sobre todo, buscar a los peces y verlos antes de pescarlos. El agua cristalina de los flats hace que los peces sean muy cautelosos porque pueden vernos desde lejos. Para avistarlos, o bien se va a los lugares de paso de los sábalos, como los canales, y se espera a ver si pasa algún pez, o bien se recorren los flats con la esperanza de toparse con peces merodeadores.

Los sábalos están en constante movimiento, por lo que es necesario mantener la concentración para intentar localizarlos lo antes posible, ya que normalmente sólo se tiene una oportunidad para lanzar correctamente y colocar el señuelo en la posición adecuada.
Cuando por fin localizas al pez, tienes que lanzar muy por delante de él y recoger suavemente el sedal para llegar a su altura. Una vez que hayas alcanzado su nivel, la animación es minimalista y se limita a unos pocos golpes de púa para mantener el atractivo del señuelo. Tienes que dejar que los peces se acerquen al señuelo, porque un señuelo que se acerque demasiado rápido hará que huyan. El señuelo utilizado por muchos es una babosa grande en un anzuelo Texas, que recuerda a un gusano rojo que le encanta al sábalo.
Un luchador serio
Además de ser feroces y difíciles de abordar, también son excelentes desenganchando. Su durísima boca dificulta la penetración del anzuelo y a menudo se desanzuelan en los primeros segundos de la pelea. Merecen su reputación en este sentido.
Por último, si el pez está bien enganchado, la batalla no está ganada de antemano, ya que vaciará la bobina del carrete a toda velocidad, dará magníficos saltos e incendiará tus brazos con su resistencia.

El sábalo tiene todas las características del pez deportivo por excelencia y es fácil entender por qué gusta tanto a tantos pescadores.
Lo bueno de la legislación local es que está prohibido sacar el sábalo del agua, así que una vez que llega al barco se desengancha, se reoxigena y se suelta rápidamente.
Esta experiencia, gracias sobre todo al guía que me llevó a los lugares, me enseñó mucho sobre la pesca, en particular sobre la forma de presentar el señuelo a los peces. Pude aprovechar esta experiencia a mi regreso a Francia, durante el verano en el Loira, donde el agua es clara y poco profunda. Esto demuestra que todas las experiencias, aunque se vivan en el otro extremo del mundo, aportan conocimientos que no hay que dudar en poner en práctica en otros contextos.
Equipo utilizado
En cuanto al equipo, es necesario planificar lo suficientemente grande: una caña de 60 libras, un carrete con una buena capacidad en tamaño 10.000 y un trenzado de 50 libras son suficientes para hacer frente a los peces más grandes. A título informativo, yo llevaba el siguiente equipo: