La mayoría de los peces nadadores utilizados para la pesca de la lubina son los minnows y los jerkbaits minnows, que tienen una forma esbelta y un pequeño labio en la cabeza. Suelen medir entre 9 y 13 cm de longitud y se pueden trabajar de forma lineal, a tirones o con sacudidas.
Disponibles en versión flotante, de hundimiento o de suspensión, están diseñadas para funcionar a una profundidad de entre 0,80 y 1,50 m en la mayoría de las situaciones.
Sin embargo, en determinadas situaciones, en función de la topografía del lugar de pesca y del estado de ánimo de los peces, se pueden utilizar otros tipos de peces nadadores, a menudo procedentes de la pesca en agua dulce.

Peces de pico largo
Los pececillos Longbill siguen la misma línea que sus predecesores, pero con un labio más largo que les permite trabajar a mayor profundidad. Hay modelos que bajan hasta los 2,5 ó 3,5 m y se pueden lanzar con sedal, twitch o jerk. Estos señuelos no tiran mucho de la caña, por lo que es un placer usarlos y tienen el perfil general de las presas habituales de las lubinas.

Crankbaits
Los crankbaits también son peces que nadan con babero, pero se diferencian de los minnows en que son mucho más corpulentos y siempre flotan. Cortos y panzudos, su labio suele ser ancho y su ángulo determina la profundidad a la que nadan.
Las características especiales de los crankbaits hacen que envíen señales mucho más potentes a los depredadores.
Los crankbaits se pueden trabajar de forma lineal como sus predecesores, pero el secreto de su uso reside en su gran labio (crankbaits Deep Diver) y su profundidad de natación. El labio ancho actúa como un deflector, permitiendo que el señuelo rebote en guijarros y obstáculos sin engancharse. Por eso es aconsejable elegir un crankbait que nade a mayor profundidad que el lugar. Cuando lo recojas, sentirás cómo el babero golpea contra el sustrato, despertando la curiosidad de las lubinas cercanas. Si el lugar está muy concurrido, haz una pausa durante este impacto y tu señuelo (flotante) se elevará a través de la capa de agua para pasar por encima.
Este labio ancho también tiene la particularidad de hacer descender el señuelo muy rápidamente hasta la profundidad deseada, por lo que en los estuarios en particular, el crankbait es ideal para pescar en orillas empinadas desde una embarcación.

Wakebaits
El wakebait tiene el mismo aspecto general que un crankbait, pero con un labio más corto y cuadrado colocado verticalmente. Esto significa que puede utilizarse a muy poca profundidad. Dependiendo de su velocidad, nadará entre 20 y 30 cm por debajo de la superficie. Estos señuelos son especialmente eficaces para la prospección de criaderos de ostras, ya que desplazan mucha agua y hacen reaccionar a las lubinas a distancia.

Lipless
El lipless es un señuelo muy utilizado en agua dulce, pero prácticamente desconocido para los pescadores de mar. A menudo corto, de 5 a 7 cm, y provisto de bolas, no tiene labio. Se sujeta al lomo y emite potentes vibraciones al recogerlo, lo que a menudo provoca el ataque de los depredadores.

Los Lipless pueden lanzarse desde una distancia muy larga, lo que permite cubrir una gran superficie con gran rapidez. Hay dos formas principales de utilizarlos:
- Después de dejar que se hunda hasta la profundidad deseada, puedes recuperarlo linealmente en el carrete, a menudo lo suficientemente rápido como para provocar la agresividad de la lubina. Sentirás cómo vibra en tu caña.
- La segunda animación, más lenta, consiste en tirar de él, con distintos grados de amplitud, y dejar que se hunda de nuevo en el agua.
El lipless es muy similar a la pala vibratoria en cuanto a perfil, natación y animaciones, pero suele tener la particularidad de ser ruidoso.