Accidentes de pesca: cuidado con el entorno

Aunque la pesca es una actividad "tranquila", pueden ocurrir accidentes cuando se sale a pescar. Aunque no existe el riesgo cero, es posible prevenirlos y evitarlos en la medida de lo posible. Pase lo que pase, ¡recuerda que ningún pez vale una vida!

Al borde del agua, y además en un entorno natural, hay muchos riesgos de accidente. Para no arruinar tu salida y futuras salidas, hay que tener cuidado y tomar precauciones para evitarlos. A veces, unos sencillos pasos y un poco de organización pueden ayudarte a evitar lesiones y otras complicaciones.

Heridas y traumatismos

La principal fuente de lesiones identificables en la pesca son las caídas. Aunque a menudo se trata de simples resbalones que provocan rasguños o heridas superficiales, pueden tener consecuencias más graves.

Una caída sobre un objeto romo, como una rama o un alambre de espino (que a veces se encuentran en las orillas de los ríos), puede causar heridas mucho más profundas y graves.

Del mismo modo, sobre rocas o en zonas muy escarpadas (orillas empinadas, acantilados), no se puede descartar el riesgo de torceduras o fracturas. Sobre todo cuando llevas vadeadores en el agua, donde no puedes leer muy bien el terreno y el sustrato.

Para evitar este tipo de percances, es aconsejable proceder con precaución, "leer" el terreno antes de avanzar y equiparse con botas de montaña o botas de agua con suela dentada.

Picaduras, mordeduras y enfermedades

Al salir a pasear por la hierba alta, por ejemplo, es posible volver a casa con garrapatas o encontrarse cara a cara con una víbora. Aunque rara vez es mortal, una mordedura de víbora puede causar dolor intenso y complicaciones. En caso de mordedura, es aconsejable poner a la víctima en reposo (preferiblemente tumbada), quitarle anillos, pulseras u otros objetos que puedan causar hinchazón y llamar a los servicios de emergencia (15, 18 o 112).

Las garrapatas, en cambio, saltarán de la hierba a ti y luego deambularán por tu cuerpo hasta "atornillarse", sobre todo en los distintos pliegues (rodillas, ingles, etc.) para chuparte la sangre. Lo primero que hay que hacer al llegar a casa, si te das cuenta de que tienes una garrapata, es quitártela, pero no tirando de ella (ya que corres el riesgo de dejarte la cabeza en la picadura), sino desenroscándola hacia la izquierda con un garrapaticida y luego desinfectándola a fondo. Las garrapatas son portadoras de bacterias (Borrelia) y pueden transmitirte la enfermedad de Lyme, que puede tener consecuencias articulares, cutáneas y neurológicas. Si te pica una garrapata, busca una mancha roja alrededor de la picadura (un eritema) y no dudes en acudir al médico lo antes posible.

Para evitar las picaduras de víboras y garrapatas, se recomienda llevar ropa larga (pantalones y camiseta de manga larga) y botas junto al agua.

Riesgos relacionados con la pesca

También es muy frecuente hacerse daño con espinas, agallas o dientes de los peces. Aunque a menudo esto sólo provoca una herida, hay que desinfectarla al llegar a casa y comprobar que la herida no esté hinchada, duela o desarrolle fiebre, lo que puede ser un signo de infección.

Además, algunos peces, como los pargos y los peces escorpión, inyectan un veneno que provoca un dolor intenso. La mejor forma de evitarlos es saber reconocerlos para utilizar las técnicas adecuadas al manipularlos y, en caso de picadura, acercar un objeto caliente (llama, cigarrillo, etc.) a la picadura para destruir el veneno termolábil.

Sin embargo, también es posible contraer otra enfermedad, la leptospirosis, a raíz de una herida causada por un pez (de agua dulce) o del contacto con agua infectada en las mucosas. Por eso es aconsejable desinfectar todas las heridas y lavarse bien las manos después de cada salida.

El tiempo: cuidado con el sol, el viento o las tormentas

El tiempo es un factor de accidentes (más o menos graves) del que debemos cuidarnos cuando salimos a la calle. Si pensamos naturalmente en el sol, es imperativo protegerse los ojos, la piel y también la cabeza para evitar insolaciones y quemaduras solares. La reverberación es un factor agravante, y no creo que ninguno de nosotros pueda presumir de no haber vuelto nunca de una salida estival rojo como un cangrejo de río... A largo plazo, los riesgos para la piel son considerables y esto podría poner en peligro tu próxima salida, ¡sobre todo durante un viaje exótico!

También es muy importante tener cuidado con los rayos en caso de tormenta. Como sabes, la mayoría de nuestras cañas, que suelen ser largas, están hechas de carbono, que conduce la electricidad. Solo en el agua con tu caña, eres un excelente pararrayos...

En cuanto al viento, a veces puede levantarse de repente, complicando y poniendo en peligro la navegación y el regreso a tierra firme. Tanto si sales en barca como en tubo flotador, siempre es mejor comprobar las condiciones meteorológicas antes de salir y evitar correr riesgos innecesarios.

En la segunda parte, veremos otros accidentes que pueden ocurrir durante una salida de pesca y las precauciones que hay que tomar para limitar los riesgos que entraña nuestra actividad favorita.

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