El respeto por los peces y nuestros ecosistemas acuáticos está ya muy arraigado en la mente de la mayoría de nosotros. Ahora nos toca a nosotros aplicar gestos sencillos para molestar lo menos posible a los peces.
Algunos consejos para manipular correctamente un pez

La idea principal es mantener los peces capturados en el agua el mayor tiempo posible. Cada segundo que pasa fuera del agua reduce su capacidad de salir en buenas condiciones. Se recomienda encarecidamente el uso de una red de desembarque. La red puede utilizarse para desenganchar al pez sin sacarlo del agua, pero también para acortar el tiempo de la pelea al no intentar devolverlo a la orilla. Los modelos de goma, sin nudos, causan lesiones mínimas y son muy utilizados.
Recuerde humedecerse bien las manos antes de tocar el pescado. Así se evita eliminar demasiada mucosidad que cubre sus escamas y le protege de bacterias y otros parásitos. En este sentido, debe evitarse en la medida de lo posible el uso de un paño.
El pescador también debe dar tiempo al pez para que se reoxigene, sin forzarlo a moverse de un lado a otro: manténgalo en el agua y saldrá por sí solo cuando se haya recuperado suficientemente de sus esfuerzos.
Hay que adaptar las técnicas de pesca

La forma de pescar puede influir en la liberación de las capturas. El uso de anzuelos simples sin púas (o con las púas aplastadas) facilita la liberación de la captura, sin aumentar significativamente la tasa de pérdidas durante el combate.
También es posible replantearse el armamento de sus señuelos. Por ejemplo, retire los dos anzuelos triples pequeños de los swimbaits y sustitúyalos por un anzuelo único en la cola del señuelo. Cuando se capturan ejemplares pequeños sin malla, esto evita que se pinchen varios puntos y que el pez sufra demasiadas heridas.
El diámetro de los bajos de línea también debe adaptarse: es importante no hacer durar innecesariamente un combate, para que la presa no esté demasiado cansada al volver a su elemento.

Tantos gestos sencillos que adoptar al borde del agua. La modernización de la pesca exige una evolución de nuestras prácticas, que también debemos saber compartir con las generaciones futuras.