Neumáticos de remolques de barcos: presiones, desgaste, montaje, todo lo que necesita saber

Soportan la carga de la embarcación y resisten las repetidas botaduras. Sin embargo, los neumáticos de los remolques se descuidan con demasiada frecuencia. Esto es lo que puedes hacer para conducir con seguridad y alargar su vida útil.

Cuando pensamos en un remolque, pensamos en el cabrestante, los rodillos, la barra de tracción, incluso los cojinetes, pero rara vez en los neumáticos. Sin embargo, son los neumáticos los que soportan toda la estructura y los primeros en sufrir impactos, inmersión parcial y exposición al sol y la sal. Esto es lo que realmente hay que revisar, desmontar, engrasar o sustituir para evitar sorpresas desagradables.

Montar un neumático en una llanta no es tarea fácil

Puedes cambiar tú mismo un neumático de remolque, pero debes seguir algunas normas. A diferencia de los neumáticos de los coches, los de los remolques suelen ser más rígidos y pueden requerir palancas robustas para su montaje.

El método clásico consiste en desmontar el neumático desgastado con unas palancas, lubricar el talón del neumático nuevo y deslizarlo sobre la llanta. Una vez colocado, se utiliza un compresor para volver a presurizar el neumático, sin olvidar comprobar la estanqueidad de la válvula.

Pero tenga cuidado al volver a montar la rueda en el remolque, ya que los tornillos deben apretarse en cruz con una llave dinamométrica, de lo contrario la llanta se deformará o los tornillos se aflojarán progresivamente. Es aconsejable comprobar regularmente el par de apriete, especialmente después de un primer viaje con neumáticos nuevos.

Y si no tienes el equipo adecuado, lo mejor es llamar a un profesional. A montaje de neumáticos si no se hace correctamente, la llanta puede reventar o desprenderse, con todas las consecuencias que puedan imaginarse para la carretera (o al menos para su embarcación).

Signos visibles de desgaste en los flancos

Un neumático de remolque puede tener buen aspecto si su banda de rodadura está intacta. Sin embargo, a menudo es en los flancos donde empiezan los daños. Las grietas provocadas por los rayos UV, el agua estancada o un inflado insuficiente crónico pueden preceder a una rotura repentina.

Un remolque almacenado sin soportes verá cómo sus neumáticos se deforman con el tiempo. Pueden aparecer puntos planos y provocar vibraciones durante la conducción. ¿Cuál es la solución? Almacenar el remolque sin los neumáticos en el suelo (soportes) o levantar el remolque y girar las ruedas con regularidad, una vez al mes fuera de temporada.

Compruebe la presión, pero no con el dedo mojado

Cada referencia de neumático tiene una presión de inflado específica, generalmente entre 2,3 y 3 kg según el modelo. Esta presión debe respetarse escrupulosamente, sobre todo antes de un viaje largo. Un neumático poco inflado se calienta más, consume más carburante y se desgasta prematuramente.

La presión recomendada suele indicarse en el flanco del neumático o en una etiqueta pegada al eje. Para evitar errores, lo mejor es utilizar un manómetro preciso. Un vistazo rápido o manual a la presión del neumático no te dirá nada.

Por qué las válvulas son las grandes olvidadas

Aunque esté bien montado e inflado, un neumático puede perder presión por una simple fuga de la válvula. Estas pequeñas piezas de goma se endurecen con los años, sobre todo si se sumergen regularmente en agua.

Durante el lanzamiento, la presión ejercida por el agua puede romper la junta de la válvula. Se recomienda sustituirla cada cuatro años. Es una operación sencilla y barata, pero que evita muchas averías.

Inmersión parcial: ¿hasta dónde se puede llegar?

En una grada, es tentador sumergir el remolque para facilitar la botadura. Pero hay un límite claro: las ruedas sólo deben sumergirse hasta la corona del neumático. Más allá de este nivel, la llanta, los cojinetes y el tambor quedan expuestos al agua salada. El resultado: corrosión acelerada, frenos agarrotados y rodamientos desgastados.

En todos los casos, es obligatorio un aclarado a fondo después de cada aproximación con el remolque y el agua salada.

¿Sustituir o cambiar la rueda completa?

A partir de cierto punto, cambiar sólo el neumático ya no es suficiente. Si la llanta está oxidada, deformada u oxidada hasta el punto de alterar el equilibrio de rotación, es mejor sustituir todo el conjunto.

En el mercado se pueden encontrar ruedas completas listas para montar, a veces a precios más competitivos que el montaje en taller. Una elección acertada si quieres salir con un juego de ruedas en buenas condiciones para la carretera.

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