Una vez finalizada la salida, se regresa al puerto para sacar la embarcación del agua colocándola en su remolque. Este paso es esencialmente el mismo que el de la botadura, salvo que se invierte el orden de las acciones. Más información sobre este tema, en este artículo, descubrirá cómo botar su barco por su cuenta.
Por supuesto, esto puede conseguirse llevando vadeadores o mojándose. Sin embargo, este artículo demuestra que es posible subir el barco a un remolque y mantener los pies secos incluso con zapatos. Veamos cómo funciona con una embarcación de 6,40 m y más de una tonelada de peso.
Colocación del remolque
Empiece por amarrar su embarcación a una anilla a lo largo del muelle mientras recoge su vehículo y coloca su remolque en la grada, listo para recibir la embarcación.

Las ruedas deben colocarse, pero no sumergirse completamente, salvo en el caso de los remolques diseñados a tal efecto. En general, con un calzo que ofrezca una inclinación correcta, basta con sumergir la parte inferior del neumático.

Cuidado con las mareas altas, si la maniobra dura más de lo previsto, puedes acabar en seco. Coloca la correa en los rodillos de forma que sea fácilmente accesible.
Llegar directamente con el barco en el remolque
El siguiente paso consiste en introducir la embarcación entre los rodillos de la parte inferior del remolque. Esta maniobra requiere cierto cuidado. Hay que tener en cuenta el viento y la posible corriente. Con un poco de práctica, se puede hacer muy bien.
Apunta a la línea central del remolque y gobierna con cierta velocidad para mantener la maniobra de la embarcación.

Recuerde levantar el motor, de lo contrario corre el riesgo de rozar la orza con la cuña.

Los dos errores más comunes que pueden complicar esta maniobra son no tener suficiente velocidad y acabar con un barco difícil de maniobrar, o sacar demasiado el motor del agua, lo que hace que el barco sea inmaniobrable. Personalmente, llego con suficiente velocidad como para detenerla dando marcha atrás en cuanto la embarcación entra en contacto con el remolque.
Tapar la correa en el anillo
Una vez que la proa de la embarcación esté atascada en los rodillos, bájate de la embarcación y envuelve rápidamente la correa alrededor del cadenote.

A continuación, muévase hacia el cabrestante mientras mantiene tensa la correa. Esto mantendrá el barco en línea y evitará que se desplace con viento cruzado.

Volver a montar el barco en el remolque
Aunque el barco se mueva ligeramente, es importante colocar rápidamente la proa en los rodillos. Una vez colocada la proa, el barco se alineará de forma natural. Sólo queda enrollar el barco con el cabrestante girando la manivela.

Por último, antes de sacar el remolque del agua, acuérdate de asegurarlo. Un tensor con gancho se encargará de ello.

Algunos consejos
- Es posible mantener el barco bien alineado dejando el motor en marcha adelante.
- Si el viento de costado es fuerte, intente refugiarse en el muelle para limitar el desplazamiento.
- La colocación de la correa en el remolque es importante para poder ser rápido entre el momento en que envuelves la correa en la anilla y el comienzo del cabestrante.