Retorno de sesión / Ola de calor: el bonito se acerca a la costa para nuestro placer

© Paul Duval

Llevábamos tiempo esperándolos: los bonitos rayados han vuelto a la cabecera. Sin duda, esta última ola de calor que estamos viviendo ha tenido algo que ver. Las temperaturas han subido mucho y este caprichoso pez se ha acercado por fin a la costa.

Cuadrar el terreno

Al principio de la sesión, tenía previsto anillar algunos emisoles para el programa APECS. También tenía otra idea en mente... Algunas publicaciones en las distintas redes mencionaban algunas capturas de bonito Sarda Sarda, así que me había llevado una segunda caña con señuelos adecuados por si me encontraba con estos peces.

También había equipado mi kayak con el motor del que he hablado en artículos anteriores. Se trata del motor STG ultra EVO para pozos escalonados. Los bonitos son peces rápidos y este pequeño motor me permitirá cubrir mucho terreno y, sobre todo, atajarlos con mayor facilidad.

Tras unas cuantas derivas infructuosas en busca de emissoles, empiezo a trabajar en las diversas presas que veo en el agua. Hay lubinas, jureles y caballas, pero todavía no hay bonitos. Como la actividad se calma, aprovecho para tomar un tentempié y recoger unos puñados de hinojo marino, mientras espero a que la corriente de la marea se invierta realmente, con la pequeña corriente de marea que la acompaña.

Los peces están ahí

Después de comer, salgo de nuevo a cazar. A cierta distancia, veo bastantes aves trabajando. Es entonces cuando el motor se pone en marcha. Potenciómetro a tope a la derecha y el kayak acelera a 10 km/h sobre el agua. No tardo mucho en llegar a la primera actividad. A juzgar por el ruido que hacen los peces para atrapar a sus presas y la velocidad de los lomos al rozar la superficie, no hay duda de que son ellos, las flechas cebra, los torpedos, los bonitos rayados.

Empiezo con un jig bastante largo, con una cola triple, que me permite pescar muy rápido. Estos peces se mueven muy deprisa y no permanecen mucho tiempo en un mismo sitio. Conseguí mi primera picada pero el pez no picó. Unos minutos más tarde, la caza había terminado. Volvió a picar unos instantes después un poco más adelante. Me digo que he hecho bien en equipar mi kayak como motor. Un poco de acelerador y estoy en la zona, pero se para de nuevo muy rápidamente.

Haré varios movimientos pequeños cuando vea peces en la superficie. Hasta que engancho el primer pez. Esta vez lancé un Deep Diver blanco nacarado de Yo Zuri. Lo recogí rápidamente. El pez picó en cuanto tocó el agua y me quedé un poco sorprendido, no me dio tiempo a engancharlo. El bonito cogió inmediatamente unos veinte metros de trenza y se desenganchó. Por supuesto, utilicé mi vocabulario más educado para describir la situación...

Traigo mi señuelo de vuelta y compruebo el bajo de línea, tengo que retirar mi bajo de línea en el clip, los últimos centímetros están limados. Nueva actividad cerca, vuelvo a lanzar el mismo señuelo, cierro la recogida antes de que caiga al agua y lo traigo rápidamente de vuelta. Apenas me alejo 5 metros y aparece un gran cartucho. Esta vez el pez estaba bien enganchado y conseguí una bonita pelea con potencia y velocidad. El arrastre de mi Penn Battle 4 2500 me toca una melodía magnífica en cada acometida. Hasta el momento en que empieza a tantear y a dar vueltas bajo el flotador. Todo lo que tengo que hacer ahora es meterla en la red. Ya está, he pescado mi primer bonito de 2025, esperemos que se queden unas semanas. ¡¡¡Ay, Ay Bonitas!!!

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