En un artículo anterior, vimos las variaciones y opciones que tenemos para elegir a la hora de fabricar ninfas para la pesca con sedal. Los pesos, los tamaños, los tipos de anzuelo, los colores y las formas de las cuentas son factores a tener en cuenta a la hora de tomar las decisiones correctas en el agua.
Echemos un vistazo a las moscas que puedes utilizar, según las condiciones, tus preferencias y, sobre todo, los resultados que puedas conseguir.

Utilización de moscas clásicas o de imitación
Las moscas de imitación son, como su nombre indica, imitaciones más o menos realistas de insectos que viven en los ríos. Su silueta imita a los principales insectos -mayflies, whipworms y plecoptera- que viven en nuestros cursos de agua, así como a los escarabajos y dípteros que a veces pueden encontrarse en el agua.
El objetivo es ofrecer ninfas para truchas que se parezcan mucho a los insectos reales que vagan regularmente por los ríos donde practicamos nuestra afición.
Son los modelos más utilizados, porque los pescadores confían en estas moscas llamadas "imprescindibles", que capturan peces en casi todo el planeta. Las truchas se alimentan principalmente de larvas de insectos acuáticos durante toda la temporada.
En su mayoría están hechos de materiales naturales como pelo y plumas, con colores bastante neutros de beige, oliva, marrón, negro y gris, que representan a la mayoría de la fauna bentónica (insectos acuáticos) de los ríos.
Las moscas más utilizadas en esta categoría son :
ORL (oreja de liebre) y variantes, cola de faisán y variantes, luego olivas, grises y todas las ninfas con cuerpo de pluma (fibra de pluma de sucedáneos de cóndor, pavo, pavo real, etc.) o ninfas con cuerpo de dubbing (liebre, ardilla y sintético).
Parecen larvas de insecto, con una cola o cerci, un cuerpo cónico que forma el abdomen y el tórax, y una cabeza (la bola).
La famosa cola de faisán inventada por Frank Sawyer en los años 50 es la ninfa básica que representa a muchos insectos, incluido el baetis. Un modelo formidable que puede encontrarse en todas las cajas de moscas y que se presenta en muchas variaciones.

La ORL u oreja de liebre es una mosca polivalente que imita a las moscas de mayo y a los gusanos látigo y es una de las moscas más antiguas creadas por Halford en la década de 1880 (una mosca seca y emergente en aquella época).

Las ninfas incentivadoras también pueden marcar la diferencia
Las moscas de incentivo son ninfas que no imitan a un insecto real. Juegan con la curiosidad y la agresividad de los peces, sobre todo de las truchas, que a veces se sienten más atraídas por este tipo de moscas.

En esta categoría de moscas, todo es posible, ya que el objetivo no es representar un insecto, por lo que estas ninfas pueden imaginarse y crearse utilizando nuestra imaginación.
Así podrá combinar y mezclar materiales y variar colores hasta el infinito, utilizando distintos materiales naturales y sintéticos para crear diseños nuevos o inexistentes.
Luego habrá que probar estas "creaciones" para sacar conclusiones para cada época de la temporada, tipo de río, condiciones, etc...
Es probando como encontraremos respuestas a nuestras preguntas y quizá encontremos una mosca que funcione mejor que otra en un momento dado o en determinadas condiciones.
Hoy en día, los perdigones son el tipo de mosca más popular para ninfa. Fueron creados a principios de la década de 2000 en Asturias por pescadores españoles. Su nombre procede de "perdigón", que significa "plomo de caza", ya que se fabrican con una bola, a menudo de tungsteno.
También tienen la ventaja añadida de hundirse muy rápidamente para alcanzar la capa de agua adecuada gracias a su cuerpo liso.
Hoy en día, estas moscas se encuentran en la caja de cualquier pescador, desde la ninfa hasta el hilo y desde el toc hasta la ninfa.

Ninfas mixtas
A continuación, es posible añadir toques de color (marcas y tiras del cuerpo) en modelos más o menos imitativos, con el objetivo de atraer a los peces o provocar una picada.
Estas ninfas se utilizan en condiciones especiales. Por ejemplo, al principio de la temporada o después de una crecida, los ríos se oscurecen y la adición de un "tag" (un toque de color) o brillo ayudará a los peces a detectar mejor la mosca.
Lo mismo ocurre cuando se pesca en agujeros profundos, donde estos toques de color/brillo añadirán un plus por las mismas razones de visibilidad.
Las marcas de colores, ya sea en la cola, detrás del tronco o en el propio tronco, también pueden utilizarse para jugar con la agresividad de los peces que a veces son reacios a picar, pero que por instinto o territorialidad llegarán a tomar la mosca cuando quizá no se hubieran interesado por un patrón "clásico".