Retorno de sesión / Pesca de lías en verano, una salida en kayak bajo un cielo de fuego

Pesca en verano © Paul Duval

Una salida estival bajo un cielo de fuego, espléndidos colores al amanecer y peces activos A finales de agosto, el verano hace por fin su aparición en la punta de Bretaña. Los amaneceres son magníficos y parece que también afecta al humor de los peces. Esta salida de pesca local no fue una excepción a la regla. Las previsiones eran buenas para esta mañana de pesca en el Abers.

La electrónica es obligatoria

Un amanecer magnífico con colores que parecen salidos del lienzo de un gran pintor. El agua está lisa, no hay viento y la marea está baja, con la pleamar hacia el mediodía, así que voy a hacer toda la navegación cuesta arriba: ¡el escenario está preparado! Después de una hora de navegación hacia mis lugares de alta mar, empiezo a buscar con la pantalla. En este tipo de pesca, la electrónica es esencial para localizar a los peces. Tras otra hora de prospección, por fin los encuentro.

Como suele ocurrir, se encuentran en los desniveles del borde del canal. Limito mi prospección a profundidades de 20 a 30 metros. Para cumplir la normativa 2024, cuando se sueltan peces, sobre todo de esta especie, es importante no sacarlos de demasiada profundidad. Si lo haces, tendrán muy pocas posibilidades de volver en buenas condiciones. Aún hay que seguir algunas normas, y no siempre se consigue el 100%, pero al menos se limitan los daños. Todo esto se explica en imágenes en el vídeo al final del artículo: las imágenes hablan más que las palabras.

Curricán lento para el abadejo

Los peces que se encuentran están pegados al fondo, no se molestan en seguir el señuelo en la capa superior del agua. Yo uso Talashads como señuelos para estos peces. Una imitación de lanzón de la que ya he hablado varias veces. Como no lo siguen, para esta salida utilicé un método que utilizo cuando pesco cefalópodos en Tataki, un curricán lento.

Pescar rascando en este tipo de fondos es sinónimo de enganchones y, por tanto, de roturas. Así que tomo contacto con el fondo, giro la manivela para que el señuelo deje de tocar el fondo y cuadro la zona en la que actúa la detección moviéndome lentamente con el pedal. A continuación, desplazo el señuelo a menos de dos metros del fondo.

Otro punto importante que hay que recordar es encontrar el peso adecuado, en función de las condiciones, para mantener la línea lo más vertical posible. Empecé a pescar los primeros peces con una cabeza de 45 gramos a la tercera hora de la marea. Después, cuando la corriente se hizo más débil, pesqué más con una cabeza de 30 gramos. Es otro adagio de la pesca en kayak: sean cuales sean las condiciones, busca el aparejo más ligero.

Después de dos horas de pesca, de haber pescado mis dos bonitos peces reglamentarios (mi malla personal es de 60 y no la ridícula malla reglamentaria) y de haber soltado vivos a los demás, llegó el momento de regresar. Aproveché el buen tiempo para navegar un poco entre las rocas que conozco de memoria. Una parada en una playita tranquila, alejada de las multitudes, para tomar un tentempié, limpiar los peces que había guardado y dar de comer a las gaviotas y gaviotines del lugar, redondearon esta bonita mañana. Parece que nos esperan más días bonitos, así que aprovechémoslos.

Pesca local en verano

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