Para la sepia
La sepia es un cefalópodo que vive en el fondo marino y al que le gusta alimentarse de presas que se mueven lentamente a menos de dos metros de distancia. Su principal método de caza es la emboscada, enterrada en el fondo marino, pero también buscará y merodeará cuando no le llegue la comida. En ambos casos, no dudará en ver una potera que pase por su campo de visión para calibrarla y apoderarse de ella.
Añadir atrayente a nuestros jigs no atraerá a más sepias, pero facilitará que las sepias curiosas se decidan. Una sepia puede seguir a su presa durante varios metros antes de intentar atraparla, por lo que el atrayente es realmente útil, ya que deja un rastro olfativo tras la plantilla que la sepia puede seguir con sus sentidos altamente desarrollados.
Para el calamar
Tanto si se pesca desde la orilla como desde una embarcación, el calamar puede pescarse con movimientos más rápidos que la sepia, siendo la técnica más eficaz el bichi-bachi. Al igual que la sepia, el calamar es un depredador muy inteligente, que no duda en evaluar a su presa con la vista, el olfato y el tacto antes de capturarla. Aunque no tienen nariz, su sentido del olfato está muy desarrollado, lo que les permite detectar a sus presas y a sus congéneres.
Por lo tanto, los atrayentes son inevitablemente eficaces, aunque son más difíciles de utilizar durante los movimientos bruscos, que suelen disipar rápidamente los olores en el agua. Para evitar decepciones, se utilizan atrayentes en gel, que se aplican en todo el cuerpo de la potera, asegurándose de que penetran en el tejido.
Algunos consejos
Los atrayentes comerciales se presentan en dos categorías diferentes: geles y líquidos. Los líquidos, aunque penetran muy rápida y fácilmente en el tejido de un jig, se difuminan con rapidez. Por eso es mejor usarlos para pescar desde la orilla, donde puedes añadir más cada tres o cuatro lances. Para pescar a la deriva desde una embarcación, donde puede que no necesites volver a lanzar el aparejo durante casi 30 minutos, recomiendo los geles.
Si los atrayentes te parecen demasiado caros, también puedes utilizar una sustancia grasa y perfumada, como el aceite de sardina, que sólo tienes que aplicar en el jig como un atrayente líquido convencional. Ten cuidado de no derramar aceite de sardina ni atrayentes líquidos en tu bolsa, ¡o te acordarás de ellos durante mucho tiempo!
