Elegir el momento adecuado para ir a pescar
Mirando las previsiones meteorológicas en todos los sitios, por fin veo un hueco para pescar en aguas poco profundas. No es una gran ventana, pero debería ser suficiente para disfrutar. Es difícil encontrar un momento seguro en invierno, cuando hay que hacer coincidir los horarios de las mareas sin viento y con el agua en calma.
Este jueves 02 de marzo de 2023, por fin encuentro condiciones aceptables para salir a mar abierto en busca de abadejos. Es el pez emblemático del invierno en la punta de Bretaña. Aunque el coeficiente de marea no es muy fuerte, un pequeño 34, el resto de las condiciones están alineadas. A este pez le gusta el final de la corriente que se forma en la marea y en general los coeficientes pequeños no facilitan la cosa.

Condiciones de pesca en invierno
En la botadura, la temperatura es fresca, 1°C en el exterior y un poco de 10°C en el agua. La ropa de invierno está fuera, long john 3 mm, mono y chaqueta impermeable, y los tejidos corporales que la acompañan. Me lleva una buena hora de pedaleo llegar a los codiciados lugares. Me llevará otra hora encontrar alguna veta de corriente interesante. La que me dará la pesca de la mañana es una zona al borde del canal, comienza a 30 m de profundidad y sube en suave pendiente hasta unos quince metros. La corriente de deriva es débil.
Utilizo señuelos que imitan al lanzón, el talashad, con cabezas de plomo de 30 a 45 gramos. En cada deriva, registro los golpes, son lees, toman en la zona de 20/25 m. Hoy no hay método de remonte, hay que rascar cerca del fondo, lo que me hará perder algunos señuelos. Solía decir, cuando hay que pescar así, que hay que animar el señuelo bajo la arena, así es seguro que a veces engancha.

Abadejo y bacalao
Voy a trabajar esta deriva durante dos horas con peces carrete casi cada vez, voy a mantener 4 para las comidas con los niños este fin de semana. En total, pesqué una docena de peces, con un bonito bacalao como bonus. Este fue enganchado en la zona de 30 metros, casi lo sentí antes de que atacara el señuelo, un color natural para este señuelo.
El bacalao es un pez aleatorio en nuestra zona, pero hay algunos. No son monstruos, sino peces de 2 a 3 kilos, lo que ya es bonito. El colmillo es bastante pesado, en una caña de 7/28 gramos, para pescarlo desde 30 m de profundidad. Hay que soltar el arrastre, porque da buenos golpes hasta la superficie. La mayoría de los peces reaccionaron al color naranja trópico del cuerpo, un bonito color invernal, con el lomo brillante.

La seguridad ante todo
A eso de las 12:30 de la mañana una pequeña ondulación empieza a ondular el agua que hasta entonces estaba plana, es la señal de que el viento, con el nuevo cambio de marea, se acerca y que es hora de hacer el viaje de vuelta. También tengo una buena hora para volver, seguridad una y otra vez... A mitad de camino, el mar se ha levantado, pero con mi kayak muy marinero, va bien y llego a la playa de salida sin preocupaciones. Limpio la pesca, atraigo a todas las gaviotas de la zona y me tomo un buen tentempié antes de volver al coche.
Estas sesiones invernales son siempre mágicas, tienes la sensación de volar un rato fuera del tiempo entre dos bajamares o vendavales. Esta no es una excepción a la regla, y además, he encontrado una nueva deriva mágica, a explotar y confirmar en otras condiciones meteorológicas...

El placer de pescar en pleno invierno
Vea el vídeo resumen del acto: