El transcurso de un fin de semana de estreno
Cuando termina la temporada de veda, que dura más de 6 meses, la mayoría de los peces ya no están acostumbrados a encontrarse con pescadores y señuelos. En general, el primer pescador que pasa por un recorrido tiene muchas posibilidades de hacer que el pez menos receloso se mueva o incluso pique. Después de él, sucede que por el mismo lugar pasan decenas de pescadores, todos equipados con señuelos "clásicos".

La trucha, escondida en su corriente, verá pasar decenas de jerkbaits y cucharillas diferentes. Aunque los colores y los modelos no son todos iguales, la vibración y el perfil del señuelo son siempre similares. Para conseguir desencadenar el ataque de una trucha que conoce toda la gama de jerkbaits que se venden en Francia, hay que saber diferenciarse drásticamente utilizando señuelos menos comunes.

Grandes diferencias, grandes resultados
Para hacer que un pez pique después de ver decenas de señuelos volar sobre su cabeza, hay que elegir la forma correcta de atacarlo. Las truchas son peces muy territoriales y no dudarán en atacar un señuelo simplemente porque su presencia les moleste. El señuelo que marca la diferencia, porque funciona de forma diferente a todos los señuelos duros clásicos, es el PowerTail.
Este señuelo tiene una característica especial y es que posee una especie de aleta en la cola que crea una fuerza opuesta al agua cuando se nada. Esta resistencia hace que el señuelo se desplace y vibre de una forma única. Este señuelo suele provocar la aparición de peces que no responden a un señuelo duro o a una cucharilla.

El PowerTail es un señuelo que puede lanzarse a gran distancia gracias a su elevado peso. La resistencia de la aleta de la cola hace que la velocidad de descenso se reduzca considerablemente, mientras que el señuelo puede seguir lanzándose a gran distancia. En el tamaño más eficaz para la trucha, 4,5 cm, hay tres pesos diferentes para adaptarse a tus manchas, 8, 12 y 18 gramos.
Asumir riesgos, de forma razonable
Aunque nuestro método de diferenciación es muy eficaz, no siempre es infalible. Algunos peces, sobre todo los más grandes y recelosos, no se dejan atraer tan fácilmente. Todos hemos intentado acercar nuestro señuelo lo máximo posible al fondo o a una roca para presentarlo de una forma a la que los peces no están acostumbrados.

Sin embargo, un gran número de señuelos se han quedado entre las rocas, tristemente atascados. Para limitar este tipo de problemas, los señuelos tejanos blandos son imprescindibles y el Black Minnow es perfecto para ello.

Rascar el fondo con un señuelo blando puede desencadenar ataques de peces habitualmente recelosos, que no están acostumbrados a ver pasar un señuelo de esta manera. El Texan nos permite hacerlo porque el anzuelo no queda expuesto y no corre el riesgo de atascarse en una raíz, una rama sumergida o entre dos rocas.
Esta técnica es especialmente eficaz durante el periodo de apertura, cuando las truchas están acostumbradas a ver los señuelos pasar por encima de sus cabezas, no a su nivel.