Elija una zona adecuada
Pescar peces lobo desde la orilla no es fácil y, para obtener resultados convincentes, es posible que tenga que pasar mucho tiempo a la orilla del agua. Sin embargo, hay ciertas zonas fácilmente identificables que le ahorrarán tiempo. Las playas y las desembocaduras de los ríos suelen pescarse con señuelos duros; los señuelos blandos son muy eficaces en estos lugares.
En la costa rocosa, a veces es necesario esperar a que el mar esté agitado para que los peces lobo se acerquen a la orilla y la naturaleza del fondo aumenta las posibilidades de enganchar nuestros señuelos. Un buen compromiso entre la costa rocosa y las zonas arenosas son los diques, situados a menudo en las entradas de los puertos, forman una zona de paso donde a los lobos les encanta cazar peces pequeños.
Imitar es ganar
Cuando se pesca el pez lobo con señuelos blandos, es importante recordar que el objetivo es acercarse lo máximo posible a lo que comen los peces a la hora de elegir el señuelo. El tamaño debe ser lo más parecido posible a la presa potencial del pez lobo y el color debe estar en consonancia con ella. Los colores naturales del mar, como el blanco, el gris y el azul, son imprescindibles.
La frecuencia de vibración de la cola del sábalo debe ser alta, es decir, la cola debe vibrar lo más rápido posible, como lo hacen los peces pequeños presas del pánico. El objetivo no es mover grandes masas de agua, sino igualar la presa de los lobos. Además, las aguas suelen ser muy claras en el Mediterráneo, de ahí la importancia de elegir señuelos que imiten a las presas presentes.
Algunos consejos útiles
Para los que quieran probar esta técnica, les aconsejo que empiecen pescando de noche, a ser posible bajo las luces de la calle, para ver y analizar el comportamiento de los peces. No es raro descubrir que una animación rápida funciona mejor que una lenta, o viceversa. Los peces forrajeros suelen reunirse a la luz, rodeados de depredadores que acechan en las sombras.
El pez lobo es un pez que no tiene dientes de verdad, sin embargo, las branquias de estas agallas son muy afiladas y pueden cortarte fácilmente los dedos. Por lo tanto, es aconsejable tener cuidado de que la línea no roce en ellos, corriendo el riesgo de ser debilitado y hacerle perder el próximo pez.
