Una temporada muy favorable
En aguas frías, los gobios cabezudos se reúnen en zonas muy poco profundas, a veces en menos de 10 centímetros de agua. El final del invierno es sinónimo de reproducción para estos peces, que suele comenzar entre febrero y abril.
Durante este periodo, las hembras apenas pican el señuelo, a diferencia de los machos, que son muy agresivos porque defienden su territorio frente a posibles competidores. Tienen un pelaje muy particular, la mayor parte del cuerpo es de un negro muy oscuro, pero las extremidades de las aletas tienen un borde azul y blanco muy bonito.

Encuentre fácilmente los lugares adecuados
Los gobios son muy fáciles de encontrar si tiene costas rocosas cerca. Les gustan especialmente las zonas tranquilas, al abrigo de las olas, en profundidades que oscilan entre los 10 y los 50 cm. Tienen gran preferencia por los grandes peñascos que crean grandes agujeros en los que los gobios pueden esconderse sin ser molestados.
También pueden encontrarse en puertos e incluso en diques. Puede parecer sorprendente, pero para encontrar los ejemplares más grandes en esta época del año, debe pescar lo más superficialmente posible. Otro consejo es buscar una zona delante de un agujero donde el sustrato esté limpio, como si lo hubiera limpiado el ir y venir de un pez. Estos pequeños detalles suelen ser indicadores de la presencia de un individuo agradable.

Algunos consejos
La agresividad de estos peces los convierte en una especie muy juguetona para buscar. Sin embargo, es importante colocar y animar el señuelo correctamente. Para ello, lo ideal es colocar el señuelo lo más cerca posible de la entrada del agujero que podría contener un buen pez. En un día despejado, a pesar de su agresividad, el gobio suele mostrarse reacio a abandonar el agujero en su totalidad y exponerse al peligro.
Por lo tanto, es necesario facilitarle el trabajo y animar en una zona que no supere los 10 cm de su escondite. La animación del señuelo debe ser errática, te aconsejo que utilices la mano libre y cojas el sedal con la mano para que el señuelo se retuerza. Animar con la punta de la caña es posible, pero mucho menos preciso, el objetivo es animar el señuelo en el acto y muy rápidamente de arriba abajo a unos 2 cm por encima del fondo.