Un aparejo de 2 ganchos
Una bola de fuego se compone de una cabeza de plomo provista de un anzuelo "tractor" para enganchar al pez y un anzuelo "auxiliar" conectado por fluorocarbono a la bola de fuego para aumentar las posibilidades de picada del pez cuando se apodera de él.

El pescado ideal sigue siendo el calamar
El mejor cebo vivo para la pesca de la bola de fuego es el calamar, pero como no están presentes en nuestras costas durante todo el año, también funciona bien el uso de otros cebos vivos como el sarran o el girelle. El calamar debe colocarse en el anzuelo tractor por la parte trasera y el auxiliar en el sifón. Por el contrario, para un calamar por ejemplo, debe pincharse en la mandíbula superior sin dañar el cerebro lo que podría matarlo, el ayudante debe pincharse en la espalda a la altura de la aleta dorsal de nuevo sin tocar las partes vitales del pez.
Pesca asistida por sonar

El objetivo es presentar nuestro vivo alrededor de las cabezas de roca en profundidades que oscilan entre unos 20 y 120 m. Por lo tanto, el uso de una sonda de profundidad es esencial. Lo ideal es entrar primero en contacto con el fondo y después subir el pez 4 o 5 metros para facilitar su visión a distancia por parte de los depredadores y, sobre todo, para evitar que se enganche en el fondo. Las vibraciones creadas por el pez atraerán a los depredadores que acudirán y se apoderarán violentamente de su presa. La bola de fuego debe utilizarse con mucho cuidado para que el anzuelo penetre en las bocas extremadamente fuertes de dentones y peces espátula.
Una pesquería con agradables sorpresas

El "fireballing" es la técnica más eficaz para pescar grandes depredadores bentónicos (peces que viven en el fondo), pero puede utilizarse en aguas intermedias y no es raro encontrar peces trofeo como serviolas, sepias o atunes.