Las sanguijuelas amarillas se concentran a veces en pequeñas cabezas de roca en bancos más o menos densos. Dependiendo de las mareas, son muy activos fuera del fondo o detrás de las rocas del fondo. En este último caso, el fondo debe peinarse con un peine de púas finas mediante la técnica conocida como "pesca de raspado".
Raspar el relieve del fondo
Los señuelos deben seguir la topografía submarina. En otras palabras, el señuelo está hecho para seguir la topografía de modo que esté constantemente a ras del fondo. El objetivo es pasar bajo la nariz de una mancha amarilla que castigará nuestro señuelo al pasar. Se trata de una pesca versátil que puede afectar a otras especies. Citemos por ejemplo los antiguos, bares o todavía bacalaos.

Señuelos blandos de 12 a 18 cm
Para esta pesca, optamos por señuelos blandos de 12 a 18 cm lastrados con cabezas plomadas de 35 a 90 g en función del fondo, la profundidad y el volumen del señuelo. Prefiero un señuelo que no lleve demasiado la corriente. Por ejemplo, un sábalo de 12 cm con cola vibrante o una babosa de 18 cm. Estos señuelos tienen una menor toma de corriente y se mantienen más fácilmente en línea con el barco. Así es más fácil palpar el fondo y las picaduras.
He aquí algunos ejemplos de combos, entre muchos otros:


Bastones sensibles

El punto clave es utilizar varillas sensibles. Modelos de gama media y alta, generalmente a partir de 150 euros, de 2,20 a 2,50 m y de 10-40 a 20-50 g. Esta es una regla general, intenta acercarte a ella. La acción de la caña debe ser rápida. Deberías buscar un modelo muy sensible. La trenza tiene un diámetro de entre 0,14 y 0,16 mm.