El principio de la pesca en hielo
La pesca en hielo se practica en cuanto el hielo es lo bastante grueso para acceder a él con seguridad, es decir, a partir de unos 12 cm. Consiste en hacer un agujero en el hielo y pescar a través de él, pero no es tan fácil como parece y hay algunas sutilezas en este tipo de pesca.
¿Dónde puedo pescar en hielo?
Resulta desconcertante encontrarse frente a una extensión blanca, desprovista de indicadores visuales que ayuden a encontrar un lugar de pesca adecuado, como praderas marinas, remolinos, árboles, etc.
Un buen conocimiento de la zona que se va a pescar, la exploración durante el verano o la ayuda de aplicaciones que dan indicaciones del fondo marino, como Navionics, son ayudas inestimables para preparar una sesión de pesca en hielo y definir la zona que se va a pescar. Por eso es vital elegir el lugar adecuado, preferiblemente una zona profunda. Sobre todo porque los peces se mueven mucho menos en invierno y tienden a congregarse. En este caso, es aún más importante, porque dependes de los agujeros perforados en el hielo, y es complicado cambiar la zona después.
El principio consiste en hacer varios agujeros e ir alternándolos hasta encontrar peces. Aunque el agua esté muy fría y los peces hayan ralentizado su metabolismo, siguen moviéndose y hay que alternar de un agujero a otro para maximizar las posibilidades de capturarlos. A menudo se pescan varios peces seguidos y luego se pasa mucho tiempo sin tocarlos, por eso hay que alternar entre los agujeros.
La acción de pesca
La animación del señuelo es sólo vertical, no hay posibilidad de animación lineal. Consiste en atraer a los peces mediante un jigging intenso. A continuación, una vez detectado un pez en la ecosonda, se provoca una picada subiendo suavemente el señuelo a la superficie. De este modo, esperas desencadenar un ataque reflejo del pez, que ve escapar a su presa.