El otoño ya está aquí
Es otoño y, en las zonas más frías de Francia, la temperatura del agua ya ha descendido por debajo de los 14 °C.
A los humanos nos da igual, nos tapamos y encendemos la calefacción. Para los peces es otra historia, cuando la temperatura del agua desciende por debajo de 14 °C, su metabolismo se ralentiza y también su actividad alimentaria.
Después de atiborrarse todo lo que puede durante el tiempo cálido, pasa al modo de ahorro de energía cuando llega el frío del invierno.
Para sobrevivir, ahora tendrá que minimizar sus esfuerzos y limitar sus movimientos. Ya no correrá detrás de la comida. Esperará a que venga hacia él para no quemar innecesariamente sus reservas, cada gasto de energía está calculado.
Se puede observar que las fases de alimentación son mucho más espaciadas cuando el agua está fría, pero el tamaño de las presas aumenta en los carnívoros que nunca pierden la oportunidad de llenar sus estómagos.
Fue también en estas condiciones cuando me ocurrió capturar carpas con señuelos . El frío debería animarles a buscar proteínas.
Bonita perca capturada con un señuelo blando de 12 cm emplomado en 3 gramos.
La agrupación de invierno
El enfriamiento de las aguas también induce otro fenómeno, cuando llega el invierno, observamos que los peces se reúnen en puntos muy concretos. Ya no están dispersos como con el buen tiempo, vuelven a formarse los bancos de percas y luciopercas, al igual que las bolas de siluro, es la gran reunión para muchas especies.
Adaptar la animación
Pesca al ras, drop shot, vertical: la bajada de las temperaturas es el momento de la pesca lenta. Hay que adaptarse a los peces y ofrecerles presas fáciles y atractivas.
No tenga miedo de enfrentarse al frío, ¡porque los peces están ahí!
En aquella época, me gustaba pescar con línea lenta y señuelos muy deslizantes
