La carrera por los peces trofeo: ¿el fin de la pesca recreativa?

¿Peces trofeo?

Tú, lucio medido, trucha de más de 50 y carpa de 20 kg: serás el responsable del fin de la pesca recreativa. Llevo varios meses indagando en la literatura pesquera: desde La boîte à pêche 1929, de Maurice Genevoix, hasta Les pieds dans l'eau, de René Fallet. La conclusión es clara: los peces que se pescaban ayer no son los mismos que se pescan hoy.

En busca del pez récord

¿Quién sigue lanzando gobios, friendo pececillos o pescando localmente para alimentarse? Estas historias dan testimonio de una época en la que pescar significaba sencillez, proximidad y observación paciente del entorno. Hoy, en la era de las redes sociales y la búsqueda frenética de peces récord, la comparación es cruel y plantea la pregunta: ¿hemos perdido el alma de la pesca?

La deriva hacia "cada vez más grandes", lucios medidos, truchas de más de 50 cm, carpas de 20 kg y más... La pesca moderna parece haberse convertido en una búsqueda de trofeos. El valor de un pez ya no se mide por la emoción de la captura o el placer del momento compartido, sino por su peso, su tamaño y la foto colgada en Internet. La imagen prima sobre el espíritu.

La mauvaise influence des réseaux sociaux ?
¿La mala influencia de las redes sociales?

Este énfasis sistemático en lo "grande" no carece de consecuencias. Crea una imagen simplista y a veces negativa de nuestra pasión: la de una carrera por dominar el entorno, la de un culto a los números, muy lejos de la maravilla de antaño. Echo de menos los días en que un simple flotador balanceándose en el agua de un estanque en las profundidades de un bocage bastaba para deleitar a grandes y pequeños.

Esta obsesión por "cada vez más grandes" también está acabando con el simple placer de pescar. Hoy en día, muchos pescadores no se cansan de una trucha de 30 cm, aunque ya sea un pez precioso. Peor aún, algunos se sienten "incapaces" si no pescan un lucio al metro cada vez que salen, cuando un lucio de 70 cm ya es una captura excepcional, digna de respeto y admiración.

Lo esencial de la pesca

La comparación constante con los récords publicados en las redes sociales convierte la pasión en frustración. Este fenómeno también provoca una pérdida silenciosa pero dramática de pescadores. ¿Cuántos pescadores se rinden, desanimados por no "hacer lo que hacen las estrellas" en YouTube o Facebook? ¿Cuántos se convencen a sí mismos de que son "malos pescadores" porque sus capturas no se parecen a los trofeos que exhiben en Internet?

La impresión de que el río está vacío cuando en realidad abunda en tesoros que se desprecian u olvidan porque no son lo suficientemente instagrammables. Por supuesto, la disminución del número de pescadores tiene varias causas (sociales, ecológicas, económicas), pero esta frustración continua es un factor que contribuye en gran medida. Sin renovación y sin una masa crítica de pescadores, nuestra tradición pesquera se extinguirá. La pesca sólo sobrevivirá si sigue siendo accesible, gratificante e instructiva para todos. Tenemos que volver a lo básico.

La pesca no está condenada a convertirse en una competición permanente. Puede (y debe) seguir siendo una escuela de humildad y sencillez: pescar un cacho de 25 cm, preparar un pequeño alevín, transmitir una habilidad a un niño o simplemente observar la vida del río. Son estos momentos, más que los récords, los que mantienen el vínculo entre el hombre y la naturaleza.

Le plaisir simple de prendre un poisson.
El simple placer de pescar un pez.

Sí, si la pesca se reduce a la persecución de un lucio de un metro, una trucha de más de 50 o una carpa de 20 kilos, está condenada. No porque estos peces no tengan cabida en nuestros sueños, sino porque su culto exclusivo distorsiona el espíritu de nuestra pasión. Peor aún, priva a muchos pescadores del simple placer de pescar, les empuja a abandonar y debilita la renovación de las generaciones. Lo que hará perdurar la pesca no son los trofeos, sino el respeto del medio ambiente, la transmisión a las nuevas generaciones y el gusto por lo esencial.

Gloria a ti, pececillo atrapado en una botella de fondo roto, gloria a ti, cucaracha del estanque de al lado, gloria a ti, simple habitante de las aguas que alegra cada vez al pescador.

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