Datos clave
El regreso de especies históricas: el escorpión, un pequeño pez clasificado como vulnerable a escala europea y muy exigente en cuanto a la calidad del agua, fue capturado en París durante este censo, prueba de una mejora espectacular del estado ecológico del río.
Lucio: esta especie emblemática, conocida como la especie "paraguas" porque su buen estado refleja la salud general del ecosistema, ha visto aumentar sus poblaciones en el Sena.
Siguen presentes especies de gran valor ecológico o patrimonial, como el lucioperca, el siluro, el minnow, la trucha arco iris, la carpa espejo y el siluro muy grande, lo que ilustra la renovada diversidad.
Metodología utilizada
Los equipos encargados por el SIAAP utilizaron la electropesca (electroestimulación breve para capturar temporalmente a los peces), luego tomaron medidas y liberaron a los individuos, un método sólo autorizado en el marco de estos inventarios.

Retos y vigilancia
Esta mejora de la población piscícola se debe principalmente a una importante mejora del tratamiento de las aguas residuales, a una reducción de la contaminación y a un control riguroso de la calidad del agua a través del observatorio MeSeine y de las estaciones automatizadas del SIAAP.
Amenazas persistentes: la alteración del clima puede provocar un descenso de los niveles de oxígeno durante los periodos de calor, poniendo en peligro a determinadas especies sensibles.
La mejora de la calidad del agua es el principal factor del retorno de los peces al Sena: la lucha contra la contaminación, la reducción de los vertidos industriales y el tratamiento de las aguas residuales han permitido reoxigenar el río y reducir la concentración de contaminantes tóxicos (amonio, fosfatos, nitrógeno). Gracias a ello, especies que habían desaparecido por completo, como el escorpión (sensible a la contaminación), la anguila y la trucha marina, han podido recolonizar el Sena, lo que refleja una auténtica restauración ecológica.
Según los especialistas, ahora hay entre 35 y 40 especies de peces en el Sena y el Marne, frente a sólo tres en los años 70, cuando la contaminación crónica hizo descender los niveles de oxígeno, imposibilitando la vida de los peces. La presencia de peces "exigentes" en términos de calidad ambiental, como el lucio y el barbo, es un fuerte indicador.

Influencia de la calidad del agua
- Riqueza de especies: cuanto más limpia y oxigenada esté el agua, mayor será la diversidad de especies de peces.
- Retorno de las especies migratoriasâeuros¯: peces como el eperlano, la trucha marina y la anguila se ganan la vida reduciendo la contaminación y restableciendo la continuidad ecológica.
- Efecto sobre las especies históricas: el regreso de los escualos y los lucios, las especies "paraguas", atestigua la buena salud general del río.
- Sin embargo, la calidad del agua sigue siendo frágil: el calentamiento global o nuevas aportaciones de contaminantes podrían socavar los esfuerzos realizados al provocar la eutrofización y el descenso del oxígeno disuelto, lo que podría provocar la muerte de los peces más sensibles.
La mejora de la calidad del agua del Sena ha propiciado un notable aumento y diversificación de las poblaciones de peces, pero ello exige un mantenimiento vigilante de las prácticas de saneamiento para preservar esta dinámica.