Señuelos blandos en el mar: todo lo que debe saber
Los señuelos blandos son muy utilizados en el mar, ya que permiten pescar a todas las profundidades. Se distinguen por su material plástico, más o menos flexible según el modelo y las condiciones para las que han sido diseñados.
Existen tres categorías principales de señuelos blandos:
- Los Shads
- Babosas
- Los delgados que combinan características de las dos primeras
Los señuelos finos son muy eficaces. Aquí un Crazy Paddle Tail 150 de Fiiish.
Cada tipo de señuelo tiene sus características específicas y se adapta mejor a determinadas situaciones, dependiendo de la temporada, el caladero o la especie que se esté pescando. Elegir el modelo adecuado es esencial para que la salida de pesca sea un éxito.
Shads, ¡un señuelo esencial!
Los sábalos se reconocen fácilmente por la paleta que llevan en la parte posterior. La pala es el elemento clave del shad. Genera vibraciones y estabiliza el señuelo en el agua, especialmente en condiciones de corriente.
Para zonas con mucha corriente, prefiero un sábalo tonificado con una pala ancha, y viceversa para zonas con menos corriente.
Los tamaños más comunes en el mar oscilan entre 10 y 15 cm. La elección depende del tamaño de las presas presentes en la zona.
¿Cuándo deben utilizarse los sábalos?
Son especialmente eficaces cuando los peces están activos y ligeramente alejados del fondo.
También me gustan cuando necesito que me escuchen, es decir, cuando las condiciones son duras o hay una corriente fuerte. La pala y las vibraciones que emite atraerán la atención de los peces cercanos.

El sábalo también es muy eficaz para sacar peces de algas o estructuras como pecios. La animación lineal es la mejor forma de hacerlo.
Técnicas de pesca del sábalo
Cuando utilizo sábalos, empleo 2 técnicas principales:
Esta técnica consiste en lanzar el señuelo, normalmente a través de la corriente o tres cuartas partes río arriba, y luego moverlo cerca del fondo o dentro de la columna de agua, en función de la profundidad a la que se encuentren los peces.
El señuelo se trabaja tirando hacia arriba con la caña, seguido de una recogida mientras el señuelo desciende de forma natural. En la gran mayoría de los casos, el pez atacará en la bajada.

El punto más importante es no dejar nunca floja la línea durante el descenso. Si no lo haces, no sólo corres el riesgo de no sentir la picada, sino también de no ser capaz de golpear con eficacia, ¡o incluso de no detectar la picada en absoluto!
- Recuperación lineal
La segunda técnica, que da muy buenos resultados, es la recuperación continua, con o sin pausas, ya sea lineal o vertical.
Una vez que el señuelo haya tocado el fondo, simplemente recupérelo uniformemente. Puede intercalar pausas en la recogida, ya que a menudo el cebo se dispara al recuperarse.
Elegir e instalar la cabeza de plomo adecuada
Los sábalos se montan sobre cabezas de plomo denominadas "peces". Tienen una forma estándar, a menudo asimétrica, con una mayor densidad en la parte inferior para acentuar el balanceo (balanceo lateral).

Para determinar el peso, suelo optar por una proporción de 1,5 a 2 gramos por metro de profundidad. Por ejemplo, en una zona de 15 metros, utilizaría una cabeza de plomo de 30 gramos. Esto es sólo una guía: es importante tener en cuenta el viento y la fuerza de la corriente para ajustar el peso en consecuencia.