Estrategia de apertura: ¿pesca de imitación o de incentivo?
La pesca con señuelos ofrece una amplia gama de formas de engañar a los depredadores. La trucha es un pez depredador, pero su dieta es ecléctica y compleja. Como todos los animales, los salmónidos, y las truchas en particular, atacan a sus presas para alimentarse. Pero hay otro mecanismo instintivo que rige el proceso de ataque de los depredadores: la agresión. En los peces depredadores, este mecanismo adopta la forma de un mordisco, siendo la boca el medio de alimentarse, pero también y sobre todo de atacar.

Atacar no es necesariamente sinónimo de alimentarse y puede ser puramente agresivo, por diversas razones. Es este mecanismo de ataque de los depredadores el que hace posible la pesca con señuelos. Si no existiera, la pesca con señuelos sería mucho menos prolífica que la pesca con cebos naturales. Para el pescador con señuelos, esto significa "¿cómo conseguir que los peces ataquen? ¿A través de un señuelo imitativo que estimule la alimentación o a través de un señuelo incitador que estimule la agresividad de la trucha? No se trata sólo de elegir el señuelo adecuado, sino de pensar en el planteamiento global. Intentemos descifrar estos comportamientos y mecanismos de ataque de nuestro señuelo para aprovecharlos durante la apertura de la trucha, pero también a lo largo de la próxima temporada.
Imitativo para alimentos
Muchos pescadores creen que pescando con el señuelo más imitativo posible aumenta el número de picadas porque engaña a más peces. Esto es especialmente cierto en el mundo de la pesca a mosca, donde muchos pescadores buscan la imitación perfecta del insecto. Sin embargo, muchos pescadores a mosca de competición consiguen buenos resultados con moscas puramente incitativas, que imitan poco o nada y a menudo presentan un recordatorio colorido (naranja, amarillo, rosa...). La pesca imitativa puede ser una solución en muchos casos, sobre todo cuando se quiere influir en el comportamiento alimentario de las truchas. Tendrás que intentar descifrar el detalle o los detalles que desencadenan la picada de la trucha. Porque ningún señuelo imitará al 100% a una presa real. Un señuelo imitativo es aquel que hace creer a la trucha que está atacando a una presa. Lo que hace que el señuelo parezca una presa para una trucha puede ser un simple color, la forma del señuelo, su acción natatoria...
Existen muchos parámetros. Un señuelo de imitación que desencadena un ataque de alimentación puede reproducir lo más fielmente posible la forma y el color de la presa, pero eso no es todo. También puedes elegir tu señuelo en función de su acción de nado o deriva, su frecuencia vibratoria, la profundidad a la que se mueve, incluso su olor...

Cuando las truchas atacan un señuelo muy imitativo, a menudo es porque creen que están agarrando una presa o comida. Para jugar con este carácter alimentario, hay que limitar las vibraciones y los sonidos "sobrenaturales", ofrecer visuales realistas (colores naturales) y recurrir a menudo al downsizing. El downsizing es un enfoque que consiste en "reducir el tamaño" del señuelo para limitar el movimiento del agua, las vibraciones y el impacto visual. De este modo, el señuelo no es percibido en exceso (línea lateral) por la trucha, que lo identifica como presa potencial. Es una buena manera de frustrar a los peces desconfiados o educados, que son menos agresivos.
Además del atractivo visual, piense en la profundidad a la que se mueve el señuelo. Cuanto más profundo se mueva el señuelo y pase naturalmente al alcance de una trucha, mayor será la probabilidad de que sea interceptado. Esta es una de las razones por las que recomiendo acercarse a un pez apostado a la vista con un señuelo de imitación; normalmente, con la nariz en la corriente, estas truchas se están alimentando. Lo ideal es pasar el señuelo sutil y correctamente la primera vez. Por último, jugar en la línea de alimentación significa sobre todo pescar despacio y con precisión. Hay poca o ninguna prospección. El señuelo deriva y evoluciona sobre puntos precisos o una veta que alberga potencialmente una trucha.
La gama de señuelos "alimentarios" incluye señuelos blandos, larvas o imitaciones de insectos, jerkbaits de suspensión silenciosa y pequeñas cucharillas bamboleantes.
Incentivo a la agresión
Utilizar un señuelo incitador no significa necesariamente descartar el impacto de la alimentación en el comportamiento de las truchas. Ante todo, se juega con su agresividad depredadora. Esta agresividad es instintiva y el ataque puede estar motivado por razones distintas a la oportunidad de alimentarse: puede ser un mecanismo reflejo, la defensa de un territorio, curiosidad, molestia provocada por un intruso...
Todos jugamos con esta agresividad. Nos guste o no, todos los señuelos ofrecen un exceso sobrenatural de estímulos. Algunos señuelos muy conocidos, como las cucharillas, no tienen nada que ver con la imitación, aparte de ciertos matices de color, y sin embargo siguen siendo señuelos esenciales. El objetivo de este enfoque es que el señuelo destaque: se puede jugar con colores llamativos, vibraciones que den al señuelo una fuerte presencia, iluminar en exceso los señuelos y utilizar ruidos. Casi todos los señuelos sirven para atraer a los peces.
En términos de pesca, jugar con el incentivo permite prospectar más terreno en busca de peces activos y receptivos al señuelo. Los señuelos destacan desde lejos y son un gran éxito. Por otro lado, el tamaño y la calidad de los peces capturados a veces pueden sacrificarse en aras del número, ya que los peces pequeños atacan más rápido a los señuelos.

Para concluir con este tema tan delicado, esto es lo que debes recordar para la apertura: en aguas claras o frías, cuando pesques a pez visto, sobre peces grandes o peces educados, favorece un enfoque imitativo. Lo mismo se aplica si la zona está muy pescada y los peces están educados. Los señuelos blandos pequeños (de tamaño reducido) y los peces nadadores en suspensión marcarán sin duda la diferencia si se pescan lentamente y con precisión. Empiece por buscar zonas tranquilas y profundas y lugares bien marcados.
En aguas turbias o agitadas, en ríos grandes y medianos o sobre peces demasiado densos, pruebe primero con un enfoque seductor. Empiece utilizando señuelos con una fuerte presencia visual y vibratoria para prospectar ampliamente y encontrar truchas receptivas. Los colores llamativos o los señuelos ruidosos pueden provocar picadas. Hay que insistir en señuelos como los pececillos que se hunden, las cucharillas o los micro spinnerbaits.