Agua dulce Pesca de roca
Equipémonos para capturar a este tímido habitante de nuestras aguas. Para disfrutar al máximo, elija un equipo ultraligero. Este equipo será esencial si quiere sentir los sutiles toques del tipo de pez. Los aparejos de pesca de roca son imprescindibles.
El blank o blank macizo será una baza considerable a la hora de detectar las picadas más discretas. La longitud de las cañas le permitirá sacar rápidamente los cangrejos de roca de sus agujeros y evitar enganches o cortes provocados por el roce del sedal con las rocas.
Por mi parte, utilizo una caña de rockfishing (una Illex Ashura Pepper micro jig special), ya que su reserva de potencia me permite pescar una buena perca, una lucioperca o un barbo sorpresa. Además, gracias a su punta totalmente blanca, puedes sentir las picadas tanto táctil como visualmente
También cabe destacar la llegada al mercado de cañas ultraligeras de blank macizo, que prometen una sensibilidad sobresaliente, sensaciones inigualables en los peces más finos y una precisión quirúrgica de acción. Los expertos en pesca ultrafina también podrán acechar a las lubinas con finura de cebo. La técnica parece ganar cada vez más terreno en Francia y los pocos aficionados podrán "rascar" para el tipo de pez con este tipo de material sin ninguna preocupación.

Para equipar tu caña de pesca de roca, lo ideal es un carrete de tamaño 1000 a 2500. Llénalo con fluorocarbono de 6 a 8 lb, 16 a 22/100, o trenza de 4 a 6 lb. En este último caso, utiliza un bajo de línea de fluorocarbono bastante largo (de 1,5 a 2 m). El fluorocarbono será discreto y resistirá la abrasión en las rocas, porque recordemos una vez más que acechar lubinas es rockfishing de agua dulce, y la línea roza mucho en las rocas.

En cuanto a los señuelos, opte por los pequeños. Los señuelos de 2,5 a 7,5 cm son perfectos. Los sábalos pequeños (Illex MAgic slim shad 2" Rockvibe 2", Gunki grubby shad...) son versátiles y te permitirán explorar muchos terrenos y agujeros. Elija modelos muy móviles que se muevan al menor movimiento. Los movimientos deben ser lo suficientemente pequeños como para dejar el señuelo frente al "agujero" del bluegill. En general, los señuelos blandos como pequeñas criaturas, sábalos, comas, tubos o gusanos son ideales, siempre que tengan mucha movilidad.
Vale la pena señalar que los colores naturales, como la cola, el marrón o el verde, parecen funcionar mejor que los colores llamativos o el blanco.
La técnica básica consiste en montar estos pequeños señuelos blandos en cabezas de plomo de 1 a 3 gramos o en microjigs. También puede utilizarse un montaje texas ligero en zonas muy concurridas. Utilice un anzuelo tejano n°4 (tipo Illex finesse wide gape texas) con una bala de 1 a 3 gramos. El neko rig (un pequeño gusano pinchado con un inserto wacky para que actúe como lastre) seducirá incluso a los crappies más recelosos.

Por último, uno de los mejores señuelos (y esto es a la americana) es el jig de marabú. Su faldón de plumas de marabú se mueve al menor movimiento. El único inconveniente es que estos señuelos tan eficaces apenas se utilizan en Francia. Algo en lo que pensar.
La última herramienta de su arsenal son unas gafas polarizadas. No para detectar grietas en la roca, sino para ver fallas y distinguir el relieve de los peñascos.
¡A por él!
Las lubinas de roca se cazan mejor desde la orilla, en modo "streetfishing". Busque zonas poco profundas, localice una grieta o raíces y deslice el señuelo dentro o delante de ellas. Mueva el señuelo suavemente por el fondo delante del agujero. Es fácil ver por qué es tan importante contar con señuelos que tengan mucha movilidad.
La picada se caracteriza por una pesadez o un ligero desplazamiento del estandarte. Esto se explica por la forma en que el pez luna agarra a su presa. El pez sol aspira el señuelo del fondo y vuelve a su agujero o se queda quieto. En caso de duda, hay que clavar fuerte el anzuelo y alejar al pez de las rocas. A pesar de su pequeño tamaño, el bluegill es un luchador orgulloso. La lucha es similar a la de un pequeño black bass, salvo que el pez luna tantea en lugar de intentar saltar fuera del agua.
Otro punto importante es que los peces luna aspiran muy a menudo el señuelo por la cabeza. Yo mismo lo he comprobado por el escaso número de fallos en los enganches e incluso lo he observado. Por lo tanto, es preferible utilizar cañas cortas en las cabezas de plomo, ya que permiten que el señuelo funcione mejor y se produzcan menos fallos. Yo utilizo cabezas Illex Straight Jig.
Por último, el drop shot no es adecuado para pescar peces luna. Lo intenté una vez sin éxito, el drop shot no me aportó más que percas. Esto me permitió poner de relieve la clara propensión de los peces luna a alimentarse en el fondo, más que de presas que han subido a la superficie.

Una vez que haya pescado su primer pez luna, no es raro que le "toquen" varios más en las proximidades. No dude en insistir. Aunque no son gregarios, los peces luna se reúnen en grupos de unos pocos individuos en zonas marcadas, y no es raro ver tres o cuatro en una zona pequeña.
Rock y Bajo
En conclusión, esta perla del patrimonio pesquero francés, aunque escasa, bien merece una ojeada. Su pesca es apasionante, sutil y divertida. Además, el aspecto de "pez de colección" bien merece un desvío para disfrutar del magnífico departamento de Nièvre. Un pez atípico que le hará cambiar de aires y le atraerá como el cabracho de la pesca de roca... ¡Pero en agua dulce!