Las moscas tienen tamaños muy diferentes según la especie que se pesque. Para las truchas, las moscas suelen medir unos pocos centímetros (o incluso menos), mientras que para los peces carnívoros, ya sean marinos o de agua dulce, las moscas pueden medir más de 20 cm, ¡o incluso más!
Por tanto, las cajas se adaptarán al tamaño de las moscas, pero también a su uso.
Cuando navegues, las cajas grandes no serán un problema, ya que se guardarán en una bolsa impermeable o en un compartimento de tu embarcación. En cambio, si vas en guata, necesitarás cajas más pequeñas que puedas guardar en el chaleco, la mochila o la alforja.
Los diferentes tipos de cajas de moscas y su uso
-Cajas
Estas cajas permiten guardar distintas moscas sin que estén sujetas al fondo de la caja. Son menos pulcras y ordenadas, pero tienen sus ventajas.
Lo principal es no dañar ni aplastar las moscas, por lo que algunos modelos pueden conservarse tal cual.
Algunas tienen compartimentos largos para guardar las moscas que necesitan más espacio, como las de la lubina o el lucio.
- Cajas con muescas
Las moscas para truchas suelen ser de pequeño tamaño y se montan en numerosos ejemplares del mismo modelo, ya que es frecuente disponer de varios tamaños del mismo tipo de mosca y de pequeñas variaciones.
El pescador de truchas a mosca dispondrá a menudo de un gran número de moscas para adaptarse a las eclosiones del momento y llevará consigo varias docenas o incluso centenares de moscas. Deberán estar bien organizadas y almacenadas por tamaño, modelo, color, etc. Así podrá orientarse en el agua.
Algunas son de doble hoja, por lo que puede almacenar incluso más moscas en la misma caja, lo que tiene la ventaja de llevar menos cajas consigo.
Las ninfas suelen ocupar menos espacio, ya que suelen ser cónicas, y estarán ordenadas meticulosamente para que el pescador pueda encontrarlas por tamaño y peso.
- Las grandes cajas
Las cajas grandes son muy prácticas para almacenar un gran número de moscas.
Son más voluminosas de transportar, pero para determinados tipos de pesca, como la pesca en embalses, permiten llevar consigo todas las técnicas que se pueden practicar. Las cajas se transportan en una bolsa impermeable o en un maletín grande en el que cabe todo el material necesario.
Las hay de distintos tamaños y grosores, en función de los modelos que vayan a contener.
- Cajas profundas
Estas cajas se utilizan para moscas de gran tamaño, generalmente empleadas para la pesca de grandes depredadores marinos o de agua dulce.
Permiten almacenar moscas más altas que requieren más espacio.
- Cajas estancas
Estas cajas son muy prácticas a la hora de guadar o si quiere estar seguro de que sus moscas no entran en contacto con el agua en caso de caída o mal tiempo.
La utilizamos mucho en el mar, ya sea en nuestras costas o en lugares exóticos, porque la sal es muy perjudicial para las moscas, que se oxidan y deterioran.
- Casillas de selección
Algunos pescadores también utilizan una o varias cajas para guardar las moscas del momento. Hacen una selección para el día o para un periodo determinado, de modo que no tienen que llevar todas sus moscas a la orilla del agua.
Es muy práctico y te permite aligerar el chaleco o la bolsa, pero tendrás que saber qué moscas llevar si no quieres perderte la jornada de pesca
Como puede ver, cada pescador tiene sus propias preferencias. En el mercado existe un gran número de modelos para todos los gustos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.
