Con un peso en vacío de poco más de 1.000 kg, el Lund se beneficia de un casco con una proa afilada, pero con un perfil que se suaviza considerablemente en la popa. Unos tirantes soldados al casco mejoran el agarre, mientras que la embarcación se beneficia de un buen apoyo lateral, una verdadera ventaja para la estabilidad.

Más potente que un Porsche 911 GT3 RS de 500 CV
Para nuestro recorrido de prueba, la embarcación estaba equipada con su máxima potencia, 400 CV, en este caso el nuevo Mercury V10. Sobre el papel, esto da una relación potencia-peso de 2,6 kg/CV, mejor que la de un Porsche 911 GT3 RS de 500 CV... tras un breve recorrido para hacer fotos, finalmente tomé los mandos. No hace falta decir que, con este tipo de potencia, las prestaciones son imprescindibles. De hecho, sólo se necesitan 4,3 segundos para planear, nada mal teniendo en cuenta que estamos tirando de un flamante propulsor Revolution X de 29 pulgadas... el 0-25 mph se consigue en 4,5 segundos, y el 0-35 mph en apenas 6 segundos. Un gran comienzo

Empujando la maneta un poco más, y jugando con la estela de otras embarcaciones, estamos gratamente sorprendidos por la forma en que esta se maneja en el agua. Bien resguardado tras el parabrisas, disfrutarás de una dirección suave y un motor de gran potencia. A pesar de su peso moderado, la 2175 nunca se va volando.
Un barco muy equilibrado
Muy bien equilibrado, mantiene una actitud de cabeceo casi constante. En el peor de los casos, si la proa se siente un poco demasiado ligera en el chop, basta con reducir la velocidad o bajar el trimado para que la embarcación vuelva inmediatamente a sus líneas. A velocidades más moderadas, es decir, en torno a 45 mph (su velocidad de crucero), la Lund resulta muy cómoda, y la protección que ofrece el parabrisas permite mantener una conversación sin forzar la voz. Por supuesto, se podría pensar en menos potencia, ya que 200 ó 250 CV ya deberían proporcionar una combinación perfecta.