Elegir el señuelo adecuado
Antes incluso de desenredarte de un señuelo, es importante saber cuál puedes arriesgarte a perder. Si conoces bien las zonas de pesca, puedes permitirte utilizar tus señuelos favoritos o los más caros. En cambio, si no conoces un lugar, opta por señuelos clásicos, a ser posible que no tengan un triple.
Una rama, una roca o la basura pueden hacerte perder rápidamente tus señuelos, por lo que conviene analizar la zona de antemano. Para ello, lo mejor es utilizar un señuelo blando montado en una cabeza de plomo simple sin añadir un anzuelo auxiliar. Tendrás muchas más posibilidades de desengancharlo si es necesario y podrás seguir el fondo con facilidad para detectar peligros.

Técnicas para desenganchar un señuelo
Cuando ya es demasiado tarde y nuestro señuelo está desgraciadamente enganchado, tenemos que intentar salvarlo. Existen varias técnicas para intentar desenganchar un señuelo, pero no son eficaces al 100%. La más sencilla consiste en tirar muy fuerte, con el objetivo de retorcer el anzuelo o romper una rama de árbol sumergida en la que esté clavado.
Para extraer un señuelo que simplemente está atascado entre las rocas, coja el trenzado entre el carrete y la primera anilla con la mano que está enrollando y tire de él hacia fuera. Pon tensión en la caña y suelta bruscamente el trenzado mientras mantienes la caña tensa. La oleada de tensión en el trenzado desalojará con frecuencia el señuelo.
Si tienes la oportunidad, también puedes probar a cambiar de dirección y moverte de izquierda a derecha en la orilla para disparar, aunque esto no siempre es posible dependiendo de los puntos.

Liberación de señuelos
Los extractores de señuelos son una forma eficaz de salvar un señuelo que no se ha conseguido extraer con técnicas más convencionales. Existen varios modelos en el mercado, pero también es posible fabricarse uno uno mismo sin mucha dificultad.
Los desenganchadores de señuelos son aparatos con plomos que, por lo general, tienen varias cadenas que deslizamos a lo largo de nuestro sedal, tensadas al máximo. El propio desenganche del señuelo está unido a una cadena para poder tirar de ella y, sobre todo, desplazarla sobre el señuelo. Así, las cadenas se enredarán en los anzuelos y desengancharán el señuelo. La única excepción es, sin duda, la cuerda, de la que es muy difícil sacar un anzuelo, sobre todo si tiene púas.
