Desplazamiento de agua
La primera pregunta que puede hacerse al oír hablar del desplazamiento del agua es, sencillamente, ¿qué significa? El desplazamiento de agua de un señuelo es, como su nombre indica, la cantidad de agua que desplaza al nadar. Las ondas creadas por este desplazamiento son, por tanto, vibraciones, que los peces pueden sentir a través de su línea lateral.
Es un sentido que los seres humanos no poseemos, por lo que es difícil imaginar cómo podría sentirse. Para ilustrar una vibración, lance una piedra al agua. Imagina que las ondas creadas por el impacto de la piedra en la superficie son los latidos de la cola de un sábalo. Cuanto mayor sea la ola, mayor será la cantidad de agua desplazada, porque cuanto mayor sea la piedra lanzada, mayor será el volumen de agua que contendrá la ola.

La frecuencia de vibración
Así, las vibraciones creadas por el movimiento de un señuelo en el agua pueden ser captadas por los peces, que podrán identificar el tamaño en función de la frecuencia de la vibración. Evidentemente, un lucio de 70 cm no necesita tantos golpes de cola como una cucaracha de 10 cm para recorrer un metro en el mismo tiempo. La amplitud del movimiento tampoco será la misma.
Por poner un ejemplo teórico, un lucio tarda 10 movimientos de la cola, frente a los 100 que necesita una cucaracha para recorrer 1 metro en 10 segundos. Si el señuelo que utilizas hace 10 movimientos por metro, parecerá un pez grande. Por lo tanto, podemos convenir en que un señuelo con una frecuencia de vibración muy alta (100 golpes por metro, por ejemplo), aunque mida 25 cm, será sentido por un pez como si sólo midiera 10 cm.

Aplicación durante la pesca
Toda esta información puede aplicarse fácilmente en la pesca para ser más precisos en nuestras investigaciones. En invierno, los depredadores se alimentan con menos frecuencia, pero a ser posible de presas más grandes. Para atraerlos, aunque su visión pueda guiarlos, hay que utilizar un señuelo que vibre lentamente pero con gran amplitud.
En cambio, si los peces se alimentan de alevines, como es muy frecuente en primavera, es mejor utilizar un señuelo que emita vibraciones de alta frecuencia. La elección del señuelo no debe hacerse únicamente aprovechando la vista o el oído de los peces, sino también teniendo en cuenta su sentido de percepción de las vibraciones.
