Llevo pescando lubinas a pez visto en estuarios desde 2015. Me encanta pasear por diferentes estuarios para cambiar el terreno de juego y encontrar nuevos lugares.
Cada estuario tiene sus especificidades tanto en el perfil como en el tipo de lugares de pesca, lo que es muy interesante para el pescador de bass con mosca. Hace algunos años que no vuelvo a este estuario, porque en mi sector del sur de Bretaña tengo mucho donde elegir. Pero las condiciones son buenas y los peces han estado activos últimamente. Así que decidí volver a explorar un poco, pero también volver a visitar lugares donde ya había visto algunas lubinas bonitas, pero también muchos mújoles.
Lugares para la pesca a pez visto de lubinas y mújoles
Así que consulté los mapas de Google para ver una frontera en el estuario superior.
Tras detenerme en un punto que parecía interesante, pero sin éxito, al menos por esta sesión, continúo por la orilla, río abajo, siguiendo la marea menguante.
Veo un gran número de salmonetes, ¡pero todavía ninguna lubina!
Luego, en otra pequeña punta, bajo dos mulas, una bonita lubina busca cangrejos bajo la roca. Le envío mi imitación, que se queda un poco corta y desaparece de mi vista. Está bien colocada, ya que la lubina está debajo.
La lubina seguía sin reaparecer y, al cabo de unos segundos, apenas tuve tiempo de ver cómo se movía mi sedal antes de que saliera la lubina. Esta vez no tuve el reflejo de golpear, ¡pero quizás debería haberlo hecho! Me arrepentiré de no haberlo hecho, porque justo después la lubina despegó como un cohete. ¡Quizá lo había cogido y lo había escupido! Nunca lo sabré.
Barras de cangrejo
El resto de esta orilla no me traerá otras oportunidades para la lubina, pero está muy bien poblada de mújoles y grandes ejemplares que parecen ser luciopercas ( chelon auratus ).
Vuelvo a mi coche y esta vez me dirijo a un lugar donde he visto algunas lubinas en el pasado, pero nunca he pescado ninguna. Suelen estar bajo los criaderos de ostras y no es fácil acercarse a ellas ni pescarlas.
Son las 12.30 y me llevo mi bocadillo para comer junto al agua, con la idea de escanear la estación al mismo tiempo.
Apenas llegamos, una gran lubina se apostó en la orilla entre los salmonetes, también de buen tamaño, en poca agua. Está justo fuera de los criaderos de ostras. Avanza muy lentamente y picotea un cangrejo. Está activo. Espero a que se dé la vuelta, ya que está frente a mí, para poder acercarme y lanzar. Envío mi imitación de cangrejo verde a 2 metros y espero. Se mueve hacia la izquierda y luego hacia la derecha en dirección a mi mosca. No hago ninguna animación porque parece haberla visto. Se acerca y luego se aleja. Lo animo suavemente para que quiera volver y lo hace. La rodea un poco pero no la recoge antes de irse, ¡francamente! Es una pena. Una gran oportunidad.
Esta vez sigo buscando aquí y allá entre los parques.
Bajo una hilera de ostras, una pequeña lubina caza entre las gambas. Intento colocar mi mosca en su campo de visión, pero permanece bien escondida debajo. No ve mi imitación. Vuelve y caza de nuevo. Desde lo alto del muro bajo, coloco mi caña horizontalmente para lanzar mi mosca bajo el parque. No es un lance fácil desde mi posición, pero mi cangrejo cae 30 cm bajo el parque. El cangrejo debió oír el impacto porque se abalanzó sobre él. Atado correcto. Está al final, luego despega como un cohete por debajo e intenta alejarse de mí. Lo dejé ir porque no tenía muchas opciones, luego en cuanto pasó el apuro lo volví a bridar sin dejarle ni un centímetro de línea y lo saqué del corral. ¡Una maniobra exitosa! Se trata de una lubina de 42 cm, recién enmallada. No es enorme, pero a veces la acción de pesca vale mucho más que el tamaño
Volví sobre mis pasos y vi otra lubina muy bonita (70 cm), que también buscaba cangrejos en los pequeños grupos de algas verdes del fondo entre las filas de mesas de ostras. Se comió uno justo delante de mí, a 7/8 metros. Lancé mi mosca, que aterrizó suavemente con la línea en el parque. No es una línea sencilla. Busca activamente otras presas y se mueve a izquierda y derecha. Intento devolver mi cangrejo a su campo de visión, entonces se acerca más. Ya no puedo ver mi imitación y se acerca chupando algo del fondo. Golpeo pero no está en el mío. ¡Se acaba de tragar uno justo al lado de mi bragueta! Se ha asustado por el golpe en el vacío y sale corriendo a toda velocidad.
Después entro en el agua para caminar junto a los parques, ya que la marea empezará a subir de nuevo. A las lubinas y los salmonetes les encanta pasar el rato aquí, ya que estas estructuras les proporcionan alimento y refugio.
Después de recorrer toda una hilera, al final y bajo la última tronera pasa una lubina y muestra su cabeza muy puntiaguda, característica de la especie, a diferencia del mújol. No hay duda, se trata de una de ellas. Lanzo mi ballesta para no asustarla pero mi mosca cae demasiado lejos. En realidad no sale y además se queda abajo esperando a su presa. Vuelve a cazar en los alevines y/o langostinos. Vuelvo a lanzar y dejo que suelte el cangrejo cerca. Sale despacio, lo examina y luego lo chupa entre dos aguas. Engancho y le hago mucha presión tirando de él hacia la izquierda para sacarlo de ahí abajo.
Cedió y se dirigió al lecho de la ría. Una vez pasado el apuro, lucho con fuerza para evitar que vuelva a las tablas, de lo contrario está garantizado que se rompa. Es un buen pez, de poco menos de 50 cm. Otra gran acción.
Duplicación de mújoles en una marisma
Sigo deambulando entre los parques, pero el nivel del agua ya ha subido considerablemente y ya no podré verlos porque el agua está llena de algas y sedimentos. Decido ir a ver los salmonetes, ya que realmente hay muchos, y no muy lejos hay una hermosa marisma que sería ideal para pescar.
Los salmonetes son una especie bastante complicada de pescar. A mosca, con pequeñas imitaciones de pulgas de fango y arena y gusanos del tamaño 12, puedes conseguir que piquen cuando están en muy poca agua. Así que ato dos moscas. Una gamba en un tippet y un bach de mújol en un tallo.
La idea es llevar las moscas al fondo, donde hay más mújoles, en tirones muy cortos y rápidos.
Después de un lugar donde eran numerosas, sin ningún éxito, me trasladé a una pequeña cala donde el fondo no estaba demasiado lleno de algas, de lo contrario cada vez que lanzaba las moscas se cubrían de ellas
Al cabo de unos minutos, el primer salmonete se lanzó a por mis moscas, ¡pero no picó! Insisto un poco porque están ahí y son muy activos. Se les ve abrir la boca y rascar el fondo. Hay pequeños grupos de 4/5 de ellos yendo y viniendo.
De repente, el líder se tensó. Esta vez aguantó bien. En un poco de agua, la lucha no es muy violenta pero aún tira un poco. Lo llevo de vuelta a la orilla. Ha cogido la mosca de la horca, que suele ser la que prefieren.
La actividad se calma, pero de vez en cuando algunos salmonetes se acercan a la orilla para seguir la corriente y la marea cuando sube en la cala. Otro mújol dorado, de más de 50 cm, también vino a tomar el bach de mújol. Esta vez, con más agua, me dio unos pequeños apuros, ¡pero también vino a mis manos para unas cuantas fotos!
¡Una gran sesión con un doble de lubina y un doble de mújol! ¡No pasa todos los días!
La época estival es muy concurrida por los turistas, pero si busca bien, encontrará algunos lugares menos concurridos y más tranquilos donde los peces hacen su agosto
